viernes, 19 de febrero de 2021

Un estudio de la Universidad de Arizona asegura que la forma en que los matrimonios controlan sus discusiones puede contribuir a evitar una muerte temprana.

 

Un equipo de psicólogos en Estados Unidos ha determinado que las peleas o discusiones regulares en una relación de pareja pueden favorecer la longevidad de sus integrantes, pero solo si los impulsos emocionales de los cónyuges son simétricos o ambos regulan mutuamente su comportamiento.



El estudio que condujo a los especialistas de la Universidad de Arizona a este resultado buscaba ver cómo el “afrontamiento de la ira” afectaba la mortalidad. Los psicólogos observaron las discusiones de 192 parejas e hicieron un compendio de las conclusiones de su análisis en una publicación en la revista Psychosomatic Medicine.

Tanto hombres como mujeres corrían un mayor peligro de muerte temprana cuando sus formas de reaccionar ante el enojo del cónyuge eran muy distintas a las de su pareja. El grado de discordancia entre estas dos formas de reaccionar puede ser una valiosa señal a largo plazo del riesgo de mortalidad prematura en personas casadas, explica el estudio.

No reprimir los sentimientos
Las parejas que exteriorizan lo que cada uno siente poseen el menor riesgo de muerte temprana: un 24% para el hombre y el 18% para la mujer. Sin embargo, la moderación de la conducta por parte de cada miembro respecto al enfado del otro también ayuda a prolongar la vida.

Por el contrario, si cualquiera de los dos suprime la ira buscando reconciliarse cuanto antes, el peligro de muerte aumenta al 51% en el hombre y al 36% en la mujer. Las diferencias de respuesta ante una pelea hacen que las discusiones se vuelvan cada vez más frecuentes con el tiempo.

“Es posible que uno de los cónyuges desee tener más desacuerdos, mientras que el otro no, dejando a ambos insatisfechos con la forma en que se manejan sus conflictos. Esto podría resultar en más estrés diario que afectaría la salud de las dos personas a largo plazo”, detalló el psicólogo Kyle Bourassa, quien dirigió el estudio citado por Daily Mail.

Así entonces, las parejas que mejor concuerdan con sus formas de discusión terminan generando menos conflictos en comparación con otras. Esta adaptación se traduce en un mejor estado de salud, sugieren los científicos.

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