domingo, 7 de noviembre de 2021

CAMBIO CLIMÁTICO: La respuesta está en la naturaleza

 

La naturaleza tiene una solución a la crisis global del agua: los árboles. ¿Qué tienen las personas y los árboles en común? Son sistemas de vida complejos, diseñados por la naturaleza. Ambos son altamente dependientes del agua para sobrevivir, y cada uno depende en última instancia del otro para un acceso seguro al H2O que necesita.

La tecnología de la naturaleza:



Nuestro planeta azul se está quedando sin agua dulce, la fuerza vital que mantiene a todas las personas. Mientras que el 70 por ciento de la Tierra está cubierta de agua, solo el 3 por ciento de eso es agua dulce. Y los humanos consumen agua a un ritmo más rápido que la capacidad de la naturaleza para reponerla.

Nuestro planeta ya tiene ecosistemas especialmente diseñados para sobreponerse a los desafíos medioambientales. La respuesta a la escasez de agua se encuentra en la tecnología de la naturaleza, especialmente en los bosques.



Para ilustrar este escenario, el PNUD se acercó a Planet, la compañía que produce imágenes satelitales de la Tierra, para obtener fotografías que revelan la magnitud del peligro y destacar las soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar este desafío global.

Hacer que llueva

Décadas de mala gestión, contaminación y consumo excesivo han desequilibrado nuestros sistemas de agua. Y el cambio climático está agravando el problema. Al ritmo actual de uso del agua, para 2050, más de la mitad de la población mundial correrá el riesgo de escasez de agua, según Make Every Drop Count, un informe de 2018 de las Naciones Unidas y el Banco Mundial sobre la crisis mundial del agua.

Los bosques son nuestros mejores aliados para asegurar los recursos de agua dulce de los que depende la vida en el planeta. Es sabido que las raíces de los árboles absorben agua del suelo para sobrevivir. Pero lo que se conoce menos es la capacidad de los árboles para hacer llover.

El 40% de las precipitaciones anuales de nuestro planeta provienen de la evapotranspiración, que ocurre cuando los árboles "exhalan" humedad a través de sus hojas. La neblina que esto genera puede verse por los satélites en todo el espacio exterior.

Los bosques tropicales de la Tierra regulan las precipitaciones globales. Cuando una de estas pierde demasiados árboles, los efectos en el clima se pueden sentir a medio mundo de distancia. Según el Banco Mundial, desde la década de 1990 y a nivel global, cada hora se pierde el equivalente a 1.000 estadios de fútbol.

La capacidad de los bosques de hacer llover es la clave del suministro de agua y los patrones de lluvia de nuestro planeta. Proteger el abastecimiento de agua dulce comienza con la defensa de nuestros árboles.

Restaurar el equilibrio

Los socios del PNUD y de la ONU trabajan con los países para preservar los bosques tropicales más grandes del mundo, como la Amazonía, la selva tropical del Congo y los bosques de Papúa Nueva Guinea. Al trabajar con gobiernos y empresas, buscamos la gobernanza de los recursos hídricos (desde la administración y gestión hasta políticas y leyes) como una solución para restablecer el equilibrio. ONU-REDD es un ejemplo de este esfuerzo.

Desde 2008, el PNUD ha formado parte de ONU-REDD, una alianza con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y ONU Medio Ambiente. Juntos apoyan a los gobiernos a medida que crean políticas y acciones nacionales para proteger los bosques, combatir la tala ilegal y plantar más árboles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario