sábado, 30 de abril de 2022

CURIOSEDADES HUMANAS: El “chip sexual”: ¿moda o realidad?

 

Se trata de una forma de administración de hormonas. Esta consiste en un implante que se coloca debajo de la piel, que tiene forma cilíndrica sólida, similar a un comprimido y que libera la hormona testosterona. Esta hormona conocida por ser la hormona de las características masculinas, está presente en las mujeres a lo largo de toda la vida. 



La ciencia conoce algunas de las funciones de esta hormona en el sexo femenino, quedando muchos interrogantes aún por falta de investigación. Se hipotetiza que actuaría sobre el estado de ánimo, la calidad de la fuerza muscular, la calidad de los huesos y el deseo sexual entre otros posibles efectos.

La forma de testosterona que contiene el implante se llama bioidéntica ya que proviene de fuentes biológicas de origen vegetal. Esto hace que sea similar a la producida hormona por el cuerpo.



Pareciera que esta vía de administración disminuye los efectos indeseables de la testosterona ya que permite la administración de dosis equivalentes a las que tiene una mujer en premenopausia. En los medios de divulgación masiva se asegura que no produce ningún efecto indeseable, aunque faltan trabajos a largo tiempo y con suficiente número de pacientes que corroboren esta hipótesis. 

Su uso sólo está autorizado por los organismos regulatorios en el tratamiento de los trastornos del deseo sexual de la postmenopausia.



Se ha popularizado su uso desde los medios, pero, siendo que se trata de una terapia hormonal transdérmica, su indicación necesita el asesoramiento de su médico ginecólogo; quién determinará si usted entra dentro del grupo que necesita utilizarlo (mujeres pre o posmenopáusicas). Le colocará el implante o, le orientará con quién hacerlo y evaluará la repuesta terapéutica y el tiempo de uso apropiado a su situación.

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