Se trata de una forma de administración de hormonas. Esta consiste en un implante que se coloca debajo de la piel, que tiene forma cilíndrica sólida, similar a un comprimido y que libera la hormona testosterona. Esta hormona conocida por ser la hormona de las características masculinas, está presente en las mujeres a lo largo de toda la vida.
La ciencia
conoce algunas de las funciones de esta hormona en el sexo femenino, quedando
muchos interrogantes aún por falta de investigación. Se hipotetiza que actuaría
sobre el estado de ánimo, la calidad de la fuerza muscular, la calidad de los
huesos y el deseo sexual entre otros posibles efectos.
La forma de testosterona que contiene el implante
se llama bioidéntica ya que proviene de fuentes biológicas de origen vegetal.
Esto hace que sea similar a la producida hormona por el cuerpo.
Pareciera que esta vía de administración
disminuye los efectos indeseables de la testosterona ya que permite la
administración de dosis equivalentes a las que tiene una mujer en
premenopausia. En los medios de divulgación masiva se asegura que no produce
ningún efecto indeseable, aunque faltan trabajos a largo tiempo y con
suficiente número de pacientes que corroboren esta hipótesis.
Su uso sólo está autorizado por los
organismos regulatorios en el tratamiento de los trastornos del deseo sexual de
la postmenopausia.
Se ha popularizado su uso desde los medios, pero, siendo que
se trata de una terapia hormonal transdérmica, su indicación necesita el
asesoramiento de su médico ginecólogo; quién determinará si usted entra dentro
del grupo que necesita utilizarlo (mujeres pre o posmenopáusicas). Le colocará
el implante o, le orientará con quién hacerlo y evaluará la repuesta
terapéutica y el tiempo de uso apropiado a su situación.
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