A lo
largo del año celebramos muchos días diferentes, el día del niño, de la madre,
de los bosques, de la biodiversidad, ¡de la tierra! Pero ¿por qué? ¿Qué sentido tienen estas celebraciones?
REFLEXIONEMOS o nos quedaremos sin casa y sin vida: Un
planeta sano es lo único que podrá garantizar un futuro saludable para todos.
El informe Planeta vivo 2020 anuncia que estamos llegando a un límite, el
tiempo se está acabando y la crisis actual o se convierte en una oportunidad
para impulsar un renacimiento verde o en una perdida total de las funciones de
los ecosistemas que sustentan todas las formas de vida.
Algunas pueden parecer simples excusas consumistas para comprar cada día más y más, pero debemos tener en mente que muchos de estos días se institucionalizaron para visibilizar situaciones y sensibilizar a las personas sobre temas de importancia.
Para llamar la atención
a medios de comunicación y a los gobiernos sobre la relevancia de los cientos
de problemas que aún están sin resolver, para hablar de ellos y ponerlos sobre
la mesa como temas de discusión importantes que requieren de
acciones inmediatas y recurrentes.
La
tierra es nuestro hogar, el único que
tenemos por ahora y es nuestra responsabilidad cuidarla y
proteger a todos los que la habitan y hoy, 22 de abril es un día perfecto para
recordar esto.
Como lo establece la ONU “La Madre
Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y
se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales y las
inundaciones, así como una temporada de huracanes en el Atlántico que ha batido
récords, han afectado a millones de personas.” Si no tomamos conciencia hoy, mañana será muy tarde.
La historia del Día de la Tierra
En 1962 con el
libro Best Seller Silent Spring de Rachel Carson se
empieza a gestar una conciencia y preocupación general sobre el medio ambiente
que desembocó en el movimiento del 22
de abril de 1970, fecha que nace El Día de la Tierra de la mano del senador
Gaylord Nelson.
“Inspirado por el movimiento estudiantil contra
la guerra, el senador Nelson quería infundir la energía de las protestas
estudiantiles contra la guerra con una conciencia pública emergente sobre la
contaminación del aire y el agua.”* Y junto a Denis Heis, un joven activista, reclutaron a más de 20 millones de estadounidenses,
el 10% de la población del país para la época, para que se
tomaran las calles y se manifestaran en contra del desarrollo industrial que
había dejado un legado desastroso para la humanidad y la naturaleza.
Para 1990 el Día de la tierra se globalizó, moviendo
a 200 millones de personas en más de 140 países y llevando al
escenario mundial cientos de problemas ambientales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario