SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



martes, 8 de julio de 2025

La poesía histórica nos trae recuerdos del pasado-


 

Durante la gestación de la INDEPENDENCIA, que comía la gente allá por 1816- ¡VIVA la PATRIA, VIVA!

 

En 1816, durante la Declaración de la Independencia en Argentina, se consumían comidas típicas de la región, muchas de ellas con raíces prehispánicas. El locro, un guiso de maíz, porotos, carne y zapallo, era una de las opciones principales, junto con el charqui (carne seca) y la mazamorra de postre. También se incluían en el menú carnes asadas y guisadas, arroz, palomas y perdices, así como platos tradicionales de Tucumán como la humita y los pasteles de choclo. 




**Algunos datos de la preparación de estas recetas, que algunas hasta hoy se utilizan.

Locro: Un guiso abundante a base de maíz, porotos, carne (generalmente charqui) y zapallo. 

Charqui: Carne deshidratada y salada, una forma de conservar la carne antes de la refrigeración. 



Mazamorra: Un postre a base de maíz, similar a una crema o papilla. 

Empanadas: Un plato que ya era popular, con diferentes rellenos como carne, verduras o queso. 

Arroz: Un ingrediente que comenzaba a ser más común, importado de oriente. 

Humita: Una preparación a base de choclo tierno, leche y especias. 

Pastel de choclo: Similar a la humita pero horneada o cocida en horno de barro. 

Carne asada y guisada: Un elemento básico de la dieta, aprovechando la abundancia de ganado. 



Mate: La infusión más popular para beber en cualquier momento del día. 

Vino: El carlón y el listán, provenientes de Cuyo, eran los vinos más comunes. 

 

La mayoría de los congresales llegaron a Tucumán en carretas o a caballo, enfrentando caminos en mal estado y riesgos de seguridad. 

La falta de hoteles hizo que muchos se hospedaran en conventos o casas particulares. 

La comida se preparaba en las casas o en las plazas, ya que no había restaurantes como hoy en día. 

La harina y el almidón eran lanzados como diversión en las fiestas, como parte del folclore local. 



En resumen, la comida de la época reflejaba la cocina regional, con un fuerte componente prehispánico y adaptaciones a las posibilidades de conservación de alimentos disponibles en ese momento. 

 

Costumbres argentinas-


 

RASPUTIN: Quién fue y qué hizo en Rusia este monje místico. “No es la historia del creador de la famosa canción”

 

Este monje místico, semianalfabeto y mujeriego gozó de un acceso inusual a la familia imperial rusa. El escándalo fue una de las causas de la caída de la monarquía. Grigori Yefímovich Rasputín (1869-1916) se presentó en San Petersburgo alrededor de 1904. Era un campesino de una aldea en Siberia, apenas sabía leer y escribir y tenía fama de ser un khlysty, miembro de una secta que, entre otras cosas, organizaba orgías seguidas de ritos de contrición y purificación.



A pesar de todo esto, su carisma, su pelo desgreñado y sus casi dos metros de alto le daban una aureola mística que lo hizo popular entre la aristocracia capitalina, que, por mero aburrimiento, se dejaba seducir fácilmente por los predicadores de lo oculto y demás charlatanes.

Así se gestó el primer encuentro con la familia imperial, cuando hizo lo que nadie había podido hasta ese momento: aliviar los achaques del príncipe Alekséi Nikoláyevich, que padecía una grave hemofilia.



Con esto se ganó el favor inmediato de la zarina Alexandra, que le fue dando cada vez mayor acceso a su prole. Según la gran duquesa Xenia Aleksándrovna, la confianza era tal que ocasionalmente acunaba a las princesas y se permitía con ellas un trato inusualmente cercano, algo del todo inapropiado, si se tiene en cuenta que un par de empleadas de palacio aseguraban que las había violado.



El primer ministro, Piotr Stolypin, puso a la policía secreta a investigar al personaje, y avisó al zar Nicolás II de sus pendencias en tabernas y prostíbulos, pero no logró nada. Mientras tanto, por la calle circulaban viñetas pornográficas en las que aparecía Rasputín intimando con las princesas, y en la Duma (la asamblea legislativa) el diputado ultranacionalista Vladímir Purishkévich empezaba a culpar a la zarina.

Aliado con el gran duque Dmitri Románov, el príncipe Félix Yusúpov y otros miembros de la familia real, en 1916 Purishkévich decidió solucionar el asunto sin permiso del zar. El 30 de diciembre convocaron a Grigori al palacio Moika, la suntuosa residencia de los Yusúpov, y allí le pegaron tres tiros y luego arrojaron el cadáver al río Nevá.


Se desconoce cómo logró aliviar los dolores del príncipe Alekséi. Quizá fuera porque su presencia mantenía alejados a los médicos y relajaba a su madre, acallando las dos principales fuentes de estrés del niño. También se ha apuntado a la hipnosis y a su recomendación, por mera superstición, de no suministrarle aspirinas. Acertó sin querer, pues hoy se sabe que la aspirina es un anticoagulante que empeora las hemorragias de los hemofílicos.

Según el príncipe Yusúpov, le dieron dulces y vino envenenados, y al ver que esto no funcionaba le dispararon tres veces. Luego lo arrojaron al río Nevá, y algunos dicen que lo que lo mató realmente fue la hipotermia. La de su extraordinaria dureza física no es más que otra de las leyendas que rodean al monje y a su asesinato. Lo último que se ha dicho sobre el caso es que el servicio secreto británico estuvo involucrado, y que fue el agente Oswald Rayner quien le dio el tiro de gracia, aunque no hay pruebas documentales que avalen esta posibilidad.

En 2004, un urólogo ruso llamado Igor Kniazkin dijo tener el pene de Rasputín, que mide 30 centímetros, y desde entonces se exhibe en un museo erótico en San Petersburgo. No era la primera vez que alguien decía haber encontrado el supuesto miembro gigante del monje, que desde su muerte es legendario, aunque lo cierto es que la autopsia no mencionó ninguna castración.

Momento que hacen que la vida tenga significado-


 

PROTESTA: “No vamos a permitir que el azúcar brasilera entre a la Argentina"

 

El gobernador de Tucumán rechazó con firmeza la intención de incluir al azúcar en el comercio bilateral con Brasil y advirtió que está en juego la supervivencia de una economía regional clave. El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, expresó este sábado su rotundo rechazo a la posibilidad de que el azúcar brasileño sea incluido en el intercambio comercial entre Argentina y Brasil, tal como lo propuso el presidente Luiz Inácio Lula da Silva durante la reciente Cumbre del Mercosur.



 Desde San Miguel de Tucumán, Jaldo calificó de "competencia desleal" la iniciativa y aseguró que su gobierno no permitirá el ingreso del producto extranjero al país. "Hubo propuestas concretas, que en esta apertura de mercado, la apertura de importación, no han tenido mejor idea que intentar incluir el azúcar", cuestionó.



El mandatario tucumano argumentó que el azúcar brasileño está subvencionado por el Estado, lo que distorsiona el mercado y pone en riesgo la producción nacional. "Acá, con mucho esfuerzo, estamos produciendo el azúcar y sus derivados. No es posible que de un país, con un azúcar subvencionada, nos quieran competir ilegalmente a la Argentina", señaló y agregó: "Primero, porque no tienen ni cerca la calidad del azúcar que tiene Argentina y segundo, si pueden tratar de abaratar los precios es porque el gobierno brasileño le está subvencionando; así es fácil competir".



En defensa de una de las principales economías regionales del norte argentino, Jaldo confirmó que ya inició conversaciones con sus pares de Salta y Jujuy para consensuar una postura común frente a la posible apertura. "No vamos a permitir que ese azúcar, ni ningún derivado de la caña de azúcar, pueda entrar a la República Argentina, a la región del norte y fundamentalmente a nuestra provincia de Tucumán", enfatizó.


Por su parte, el vicegobernador Miguel Acevedo manifestó el apoyo del Poder Legislativo provincial a la postura del Ejecutivo. "Vamos a seguir apoyando para darle todas las herramientas que le hagan falta para que Tucumán siga creciendo, para que defienda las economías regionales como lo acaba de manifestar el gobernador", afirmó.

Finalmente, Acevedo remarcó: "Nosotros no podemos competir con productos y bienes que son subvencionados en países del exterior" y sostuvo: "Tenemos que defender la industria nacional porque si no tenemos industria fuerte que pueda trabajar, no hay trabajo para la gente".