El Magazin de Merlo
SOCIEDAD Y CULTURA - BUENOS AIRES - ARGENTINA *Editor responsable: Miguel Angel Figueiras Gimenez.
SOCIEDAD Y CULTURA
miércoles, 5 de noviembre de 2025
Las parejas tienen cada vez menos hijos en todo el mundo, ya que la tasa de natalidad ha disminuido drásticamente en las últimas décadas, ¿Por qué? ¿Que dicen los expertos?
Hace un par de meses el Ministerio de Salud de la Nación
publicó las estadísticas vitales del 2023. Algunos números son
impactantes.
Hubo 460.902 nacimientos en 2023, la cifra más
baja de los últimos 50 años, lo que implica “una reducción del 7% respecto al
2022 y una caída de más del 40% con relación al 2014,
La tasa de
fecundidad (el número de hijos por mujer) sigue en caída libre en la
Argentina. Fue de 1,33 en 2023, muy por debajo de
la tasa de reemplazo -2,1- es decir, del número necesario de hijos
para que una población se mantenga estable.
Para ser claros: si una pareja tiene dos hijos, la tasa de
reemplazos es neutra. Por eso se considera que debajo de lo que se llama
“límite de reemplazo generacional”, que es 2,1 hijo por pareja, un país o
región se va despoblando. Eso es lo que viene sucediendo ininterrumpidamente en
todas las provincias argentinas y también a nivel país.
Curiosamente, en una Nación que alguna vez tuvo como lema
o como ambición “Poblar la Patagonia”, es en las provincias patagónicas
donde más cayó la tasa de fecundidad. La caída en el número de hijos por mujer
entre 2014 y 2023 la encabeza Tierra del Fuego (61%), seguida
por Santa Cruz (56%) y Chubut (49%) lo que da una tasa de
fecundidad global para las dos primeras provincias -las más australes del país-
es de 1, mientras que en Chubut -al igual que en la ciudad de Buenos Aires- la
tasa es de 1,1 hijos por mujer. En total, el promedio de hijos por
mujer descendió un 43% a nivel país desde el 2014. En 2023 nacieron
316.000 niños menos que en 2014.
Aunque la baja de la natalidad es una tendencia instalada
hace tiempo, recién ahora se hacen visibles algunas de sus consecuencias, como
el cierre de maternidades y de jardines maternales. Pronto se
desplomará la matrícula de los primeros grados de la escuela.
De acuerdo a las tendencias registradas, partir del 2040,
habrá demasiada gente dependiente del sistema (niños y ancianos) y pocos
aportantes. Hay dos aspectos concurrentes para que ello ocurra: el
envejecimiento poblacional y que habrá cada vez menos niños.
Hace treinta años había 29 personas de 65 años o más por
cada 100 personas de 0 a 14 años. Hoy hay 53 o más por cada 100. Esto plantea
un escenario en el que, en los próximos años, se invertirá la pirámide
poblacional: habrá más
adultos mayores que niños. Así surge de un informe
reciente que presentó el Observatorio del Desarrollo Humano y la
Vulnerabilidad del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad
Austral (UA), en base a los datos del último censo y las Estadísticas Vitales
del Ministerio de Salud de la Nación y distintos relevamientos sobre la
percepción social de la maternidad. Los números hablan de una gran caída de la
tasa de fecundidad que achica la base de la pirámide. A la vez, apunta a que la
maternidad y el deseo de tener hijos llega a edades más avanzadas, y alcanza a
menos cantidad de mujeres, por muchos factores. Mientras que la esperanza de
vida y la vida productiva se extienden y transforman, así, el significado de
ser adulto mayor.
En menos de una década
la cantidad de nacimientos cayó un 33%
Aunque San Juan ha
experimentado un descenso en la natalidad, la disminución es menor que la media
nacional. En 8 años, la cantidad de nacimientos en la provincia cayó un
33%, pasando de 777.012 a 495.295.
En 2024, hubo 4.400 bebés
menos que en la década anterior, lo que indica una tendencia a la baja en la
cantidad de nacimientos. Este descenso se observa tanto a nivel provincial
como a nivel nacional.
En los últimos tres años hubo
un brusco descenso de nacimientos en San Juan. En San Juan, durante 2023, se
registraron 9.424 nacimientos, 734 menos que en 2022 y 1.427 por debajo del
2021.
“Si la tendencia
continua podríamos asemejarnos a la realidad de países europeos”
Verónica Benedetto, directora
del Registro Civil explicó en febrero pasado en La Ventana que en 10 años, la
natalidad cayó un 34% en San Juan. “Si esta tendencia continúa, podría
asemejarse a la realidad de algunos países europeos, donde la baja natalidad es
una constante. Aunque revertirla podría ser complejo, es fundamental preparar
estructuralmente a la provincia para estos cambios”, dijo.
Uno de los aspectos que
influyen en esta transformación es el incremento en la edad promedio de las
mujeres al momento de tener su primer hijo, situándose actualmente entre los 27
y 29 años. Además, la reducción en los embarazos adolescentes indica un mayor
acceso a la educación sexual y los métodos anticonceptivos.
“Hoy en día, la decisión de
tener hijos es más planificada y organizada. Ser padre o madre implica una gran
responsabilidad y esfuerzo”, afirmó Benedetto. Entre los factores que inciden
en esta tendencia, mencionó la situación económica, la concienciación sobre la
anticoncepción y la incidencia de la legalización del aborto.
Los números reflejan esta
transformación demográfica. En 2014 se registraron 13.096 nacimientos en San
Juan, mientras que en 2024 la cifra cayó a 8.656. Paralelamente, las
defunciones en el último año fueron 5.859, reduciendo la brecha entre
nacimientos y fallecimientos.
Otro indicador relevante es la
tasa de fertilidad, que pasó de un promedio de 2,1 hijos por pareja hace una
década a 1,3 en la actualidad. Este escenario impone desafíos en las políticas
públicas, la educación y la planificación económica, delineando una nueva
realidad en la provincia de San Juan.
En Argentina los números son igual de preocupantes: el año pasado
nacieron apenas 460.902 bebés, el número más bajo en medio siglo. La baja es
del 36% en menos de 10 años. Y si ampliamos la mirada, vemos que América Latina
y gran parte del mundo están en la misma situación: menos hijos, más soledad,
más preguntas sin respuestas.
¿Qué
está pasando en nuestras parejas?
Desde mi consultorio lo veo, y lo escucho todos los días:
las parejas de hoy están agotadas emocionalmente. La palabra que más resuena en
las sesiones es burnout. Estamos
sobrepasados de trabajo, presionados económicamente, corriendo todo el tiempo.
Y en ese correr, sin darnos cuenta, dejamos de lado el espacio para el otro. La
intimidad pasa a un segundo plano.
La desincronización
emocional es otro fenómeno que observo. Muchas parejas no
logran encontrar momentos comunes: uno llega cansado, el otro sigue trabajando,
y el momento de encuentro simplemente se diluye. Esa desconexión cotidiana
erosiona los vínculos y mata, poco a poco, el deseo.
Además, está la intimidad
digital. Hoy compartimos la cama con el celular más que con la
pareja. La pantalla se interpone entre dos cuerpos que antes se buscaban
naturalmente. Es como si estuviéramos juntos, pero no conectados.
Y no podemos dejar de hablar de la procrastinación afectiva:
postergamos decisiones importantes como convivir, casarnos o tener hijos porque
el futuro se ve incierto, porque nunca parece “el momento ideal”. Así se nos
pasa la vida, esperando.
EL DATO PREOCUPANTE: La gestión de RESIDUOS en la Argentina está en crisis con un reciclaje que no logra imponerse.
El país
produce 45.000 toneladas de residuos al día, y gran parte termina en basurales
a cielo abierto que liberan gases de efecto invernadero y afectan la salud. En
la Argentina se generan 45.000 toneladas de basura cada día, según datos del ex
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (hoy existe una Subsecretaría).
Lo
alarmante es que casi el 35% de esos residuos termina en basurales a cielo
abierto, una situación que no sólo agrava el cambio climático, sino
que también amenaza la salud de la población. Este es el mensaje que llevó
la Fundación
Ambiente y Recursos Naturales (FARN) a una audiencia de
la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH). Según FARN, este modelo de gestión de los desechos
es insostenible en parte porque el reciclaje no consigue imponerse como una
práctica de peso.
El
problema no se reduce a una cuestión ambiental. Las ciudades más grandes, como
Buenos Aires, producen hasta 2,5 kilos de residuos por habitante al día,
superando ampliamente el promedio nacional de 1,15 kilos. Esto significa que en sólo dos segundos el país genera el
equivalente a una tonelada de basura. Sin un sistema integral de
reciclaje ni un control efectivo, el colapso es inminente, de acuerdo a la
visión que plasmó FARN en una publicación.
A esto se
suman las emisiones de gas metano que producen los basurales,
un gas con un poder de efecto invernadero mucho mayor que el dióxido de carbono.
Según el informe nacional de emisiones de 2022, este sector es responsable de
más del 17% de las emisiones de metano del país, cifras que se asemejan a las
del sector energético.
El impacto directo en la salud
La
acumulación de residuos sin tratamiento adecuado no sólo contamina el aire,
sino también los suelos y el agua. Los líquidos lixiviados generados por la descomposición de
la basura se filtran en los suelos y llegan a napas
subterráneas, poniendo en riesgo a comunidades enteras. Enfermedades
respiratorias, intoxicaciones, problemas neurológicos y malformaciones
congénitas son algunas de las consecuencias más graves, de acuerdo con las
advertencias de FARN.
La abogada Giselle Munno Dithurbide, de la Fundación, alertó que el país carece de un sistema integral para
monitorear la calidad del aire y los niveles de metano. Solo
algunas ciudades de la capital del país, cuentan con mediciones esporádicas.
Esta falta de datos impide diseñar políticas públicas efectivas y deja a la población
expuesta a un peligro silencioso.
FARN
manifestó que el Ministerio de Salud y la Subsecretaría de Ambiente mostraron
poca coordinación frente al problema, lo que revela una fragmentación
institucional preocupante. La Ley 20.284, que establece
normas de calidad del aire, asigna responsabilidades que hoy no están siendo
cumplidas, siempre según la Fundación.
Recicladores invisibles y un sistema debilitado
En medio
de esta crisis, los recicladores urbanos son quienes sostienen gran parte
del sistema de gestión de residuos. Sin embargo, sus condiciones
laborales están lejos de ser dignas. El Decreto 1/25, que permite la
importación de residuos para procesos industriales, desalentó el reciclaje
interno al devaluar los precios de los materiales reciclables nacionales. Esto golpeó directamente los ingresos de miles de
cooperativas.
Agregan
en La Gaceta que, la
situación se agravó con la decisión del Gobierno porteño de dejar de cubrir el
traslado de los recicladores desde la provincia hacia la Ciudad de Buenos
Aires, donde trabajan recolectando materiales.
Organizaciones
como FARN insisten en que los recicladores deben ser reconocidos como defensores de derechos humanos en asuntos ambientales, tal y
como lo establece el Acuerdo de Escazú. Este reconocimiento implica
garantizar sus derechos laborales y de seguridad social, algo que aún está
lejos de lograrse.
Una solución que debe empezar por las empresas
Para
enfrentar el problema de manera real, FARN plantea que se debe actuar desde la
producción. Hoy no existe una normativa que obligue a las empresas a hacerse
responsables de los residuos que generan sus productos. En el Congreso hay
cuatro proyectos de ley sobre envases que incluyen la figura de
Responsabilidad Extendida del Productor (REP), pero ninguno avanza
con firmeza.
Este
cambio de enfoque permitiría que las compañías asuman el costo del reciclaje y
reduzcan el uso de materiales contaminantes, especialmente plásticos de un solo
uso. A nivel global, el Tratado Global sobre Plásticos podría marcar un antes y
un después, aunque para eso los Estados deben comprometerse con
medidas concretas.
CARNE ARGENTINA: Aberdeen Angus arrasa en el Campeonato Mundial de la Carnes.
Con fuerte
presencia regional y un sorpresivo bife peruano entre los ganadores, la
competencia debutó en Argentina con nivel internacional. En el
país de la carne por excelencia, se llevó a cabo la primera edición del Campeonato Mundial de Carnes (CMDC®), un certamen que reunió a productores, chefs y expertos de
distintos rincones del mundo para celebrar, y evaluar, aquello que distingue a
un gran bife: su terneza, su jugosidad y su
sabor.
Organizado por el Dr.
Luis Barcos, creador y director de la Escuela
de Sommelier de Carnes de Argentina, junto con la revista AmeriCarne y Messe
Frankfurt Argentina, el encuentro marcó un hito
histórico, consagrando por primera vez a los mejores Bifes
Angostos y Bifes Anchos del planeta. Buenos
Aires se convirtió en el epicentro mundial de
la carne, en una cata ciega que reunió a jurados
internacionales, ganaderos y parrilleros de distintos continentes.
El presidente y CEO de Messe Frankfurt Argentina, Fernando
Gorbarán, destacó que fue una jornada intensa y posible gracias
al trabajo a conciencia y desinteresado de chefs, productores
y sommeliers. En la misma línea, el titular de la Sociedad Rural
Argentina, Nicolás Pino, propuso reemplazar la idea
del triángulo virtuoso por un círculo, donde productores, cocineros
y consumidores sean los que hacen girar la rueda. A su vez, el ministro de
Desarrollo Económico de la Ciudad, Hernán Lombardi, subrayó
que estos eventos son clave para el turismo y la identidad porteña,
porque incluso en tiempos de cambio permiten seguir soñando y proyectando lo
que somos.
Los máximos honores del campeonato
se repartieron entre Argentina, Perú, Uruguay e Irlanda,
destacando tanto a animales criados a grano como a pasto. El oro
en Bife Ancho alimentado a grano fue para Urien
Loza, de La Negra Agropecuaria (Argentina, raza Aberdeen
Angus), mientras que el Bife Angosto a grano coronó
una verdadera sorpresa: el corte presentado por Alfonso Rebaza
González, del establecimiento Emilio Cubas de Trujillo (Perú,
raza Criolla Peruana).
Entre los alimentados a pasto, Quickfood
S.A., con el establecimiento Ricardo y Omar Bailo (Argentina,
raza Aberdeen Angus), se llevó el oro en Bife Ancho, y Alejandro
González, del Frigorífico Las Piedras (Uruguay, raza Aberdeen
Angus), obtuvo el oro en Bife Angosto. Las medallas
de plata recayeron en establecimientos de Argentina,
Irlanda y Reino Unido, mientras que los bronces fueron
para productores argentinos e irlandeses, consolidando una competencia con
presencia global y altísimo nivel técnico.
Además, el jurado otorgó menciones especiales
a la Excelencia en Sabor, que distinguieron nuevamente a cortes
de Argentina y Uruguay, reflejando la consistencia y la calidad de la región en
la producción de carne premium.
Más allá del podio, los cortes
premiados obtuvieron el derecho de utilizar el sello CMDC®,
un distintivo que certifica la máxima calidad a nivel internacional y
reconoce la trazabilidad, la genética y las buenas prácticas detrás de cada
pieza. El organizador y creador del certamen, Luis Barcos,
explicó que "visibilizar la calidad de la carne implica reconocer
y premiar a todos los que trabajan por ella y honrar a los consumidores".
El CMDC® cerró así su
primera edición con una promesa clara: convertirse en el evento
anual de referencia para la industria cárnica global, proyectando
desde Argentina la pasión, el conocimiento y la excelencia de
los productores de la región hacia el mundo.














