En 1816, durante la Declaración de la Independencia en Argentina, se
consumían comidas típicas de la región, muchas de ellas con raíces
prehispánicas. El locro, un guiso de maíz, porotos, carne y zapallo, era
una de las opciones principales, junto con el charqui (carne seca) y la
mazamorra de postre. También se incluían en el menú carnes asadas y
guisadas, arroz, palomas y perdices, así como platos tradicionales de Tucumán
como la humita y los pasteles de choclo.
**Algunos datos de la preparación de estas recetas, que algunas hasta
hoy se utilizan.
Locro: Un guiso abundante a base de maíz, porotos, carne (generalmente
charqui) y zapallo.
Charqui: Carne deshidratada y salada, una forma de conservar la carne antes
de la refrigeración.
Mazamorra: Un postre a base de maíz, similar a una crema o papilla.
Empanadas: Un plato que ya era popular, con diferentes rellenos como carne,
verduras o queso.
Arroz: Un ingrediente que comenzaba a ser más común, importado de
oriente.
Humita: Una preparación a base de choclo tierno, leche y especias.
Pastel de choclo: Similar a la humita pero horneada o cocida en horno de barro.
Carne asada y guisada: Un elemento básico de la dieta, aprovechando la abundancia de
ganado.
Mate: La infusión más popular para beber en cualquier momento del día.
Vino: El carlón y el listán, provenientes de Cuyo, eran los vinos más
comunes.
La mayoría de los congresales
llegaron a Tucumán en carretas o a caballo, enfrentando caminos en mal estado y
riesgos de seguridad.
La falta de hoteles hizo que muchos
se hospedaran en conventos o casas particulares.
La comida se preparaba en las casas o
en las plazas, ya que no había restaurantes como hoy en día.
La harina
y el almidón eran lanzados como diversión en las fiestas, como parte del
folclore local.
En resumen, la comida de la época reflejaba la cocina regional, con un
fuerte componente prehispánico y adaptaciones a las posibilidades de
conservación de alimentos disponibles en ese momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario