domingo, 6 de noviembre de 2022

POR la FALTA de LLUVIA: El maíz tardío concentra todas las esperanzas, una campaña para sacarle el jugo a cada milímetro-

 

El panorama para este año se encuentra marcado por la falta de agua. En este contexto, afinar el manejo es la única estrategia para lograr planteos exitosos. En un principio, vale recordar que el maíz es el cultivo que más demanda agua por la longitud de su ciclo y la capacidad de consumo, por lo tanto, aquellos factores que afecten su disponibilidad van a definir la potencialidad del cultivo.

Por ello, los especialistas apuntaron a la caracterización y manejo por ambientes como un aliado clave para mitigar los obstáculos en una campaña marcada por una oferta acotada de agua.



 

COBERTURA, MALEZAS Y NUTRIENTES

Siguiendo esta línea, Mazzieri remarcó que la cobertura de los suelos, con la siembra directa como aliada, se posiciona como fundamental.

“En una situación tan particular como la de este año, hacer un buen manejo de la cobertura otorga tranquilidad, logrando un mejor aprovechamiento del agua y generando cultivos más competitivos”, mencionó.

Por su parte, el control de las malezas es otro aspecto importante para optimizar el manejo del maíz tardío y la eficiencia en el uso de agua, por lo cual es necesario una buena estrategia para llegar con el lote limpio a la siembra.

Por el lado de la nutrición, Fernando Ross señaló que la fertilización nitrogenada es una de las llaves para alcanzar buenos rendimientos. Así, la ambientación tiene que dirigirse ajustar la fertilización en función del potencial de rendimiento de los lotes y en base a análisis de suelos para un diagnóstico certero.




 

FECHAS DE SIEMBRA

En tanto, otra variable clave mencionada fueron las fechas de siembra. Borrás explicó que el retraso  puede ser una estrategia defensiva ante la falta de agua, ya que esto otorga mayor estabilidad a los cultivos.

“Una alternativa entonces puede ser apuntar a un mayor potencial en los mejores lotes, sembrando antes, y realizar una siembra más tardía en los lotes con peores condiciones, priorizando la estabilidad”, sintetizó.

En zonas del sur de Buenos Aires el maíz se ha expandido durante los últimos años bajo un manejo que combina fechas de siembras tardías junto a menores densidades. “El éxito de este planteo en ambientes restrictivos, se debe al aumento del piso de rendimiento, lo que asegura un mínimo de rentabilidad”, expuso Ross.

Esto permite evitar que el período crítico se ubique en los momentos de mayor temperatura y demanda atmosférica, que suele ser en enero.

En dicho planteo resulta vital compensar la baja densidad y lograr una buena cobertura, y para esto es necesario conocer el comportamiento de los híbridos y considerar aspectos como la plasticidad reproductiva, precisó Thiessen.

Todos los materiales tienen algún tipo de plasticidad o habilidad para compensar la densidad, como por ejemplo: aumentar el tamaño de espiga, espigas por planta o bien generar más macollos fértiles. La elección del híbrido dependerá entonces del ambiente, los rendimientos potenciales, y la fecha de siembra.

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