jueves, 4 de mayo de 2023

EL DATO: Nuevo tratamiento natural podría darnos un camuflaje casi invisible contra los mosquitos y sus picaduras.

 

Los mosquitos son responsables de unos 350 millones de enfermedades humanas al año, cifra que seguramente aumentará a medida que el cambio climático incremente el número de insectos portadores de enfermedades. Un estudio reciente muestra incluso cómo otro impacto humano, la contaminación lumínica, puede ser responsable de la prolongación de la temporada de extracción de sangre de los mosquitos.



Una nueva investigación sobre la protección contra las picaduras ha tomado una molécula natural fácilmente disponible, la celulosa, y la ha manipulado para producir un producto que redujo en un 80% la alimentación de los mosquitos en la piel humana.

La celulosa, que se obtiene de forma abundante y barata a partir de residuos de la industria maderera, alimentos locales y residuos de papel, se ensambla en nanocristales cuando se trata con ácido sulfúrico. Estos nanocristales de celulosa (CNC) forman una película de barrera resistente y transparente.



Los científicos descubrieron que, mezclados con agua y una pequeña cantidad de glicerol, estos CNC podían aplicarse sobre la piel en forma de aerosol o gel y bloquear la capacidad del mosquito de picar a través de ella para extraer sangre.

Las hembras adultas de mosquito necesitan sangre humana o de animales para producir huevos, por lo que una reducción importante de esta fuente de alimento, sobre todo en zonas muy pobladas, podría tener un impacto positivo en el control del número de ejemplares del insecto.

Los CNC y la eficaz barrera que forman se han estado desarrollando para una amplia gama de usos “verdes”, como la insonorización, la eliminación del tinte de los tejidos y la fabricación de aglutinantes fuertes como el superglue y materiales compuestos tan resistentes como el hueso.

En ensayos con mosquitos Aedes aegypti vivos, el investigador principal Daniel Voignac, de la Facultad Robert H. Smith de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y sus colegas probaron manos tratadas y no tratadas con CNC, exponiendo la piel durante 10 minutos dentro de una jaula cerrada de mosquitos que contenía una media de 15 hembras.

El resultado fue que la fina película de gel CNC actuó como un camuflaje químico, con un descenso del 80% de las picaduras en comparación con una mano expuesta a los insectos sin la barrera biomaterial.

Otros estudios demostraron que la capa de CNC también bloqueaba el paso del vapor de hidróxido de amonio, un atrayente habitual de los mosquitos, cuando se aplicaba a un papel de filtro y se exponía a los insectos.

Las extendidas especies Ae. Aegypti y Ae. Albopictus son vectores de más de 22 arbovirus graves, como los virus del dengue, chikungunya, Zika, encefalitis japonesa, fiebre del Valle del Rift, fiebre amarilla y Nilo Occidental.

Aunque en una fase preliminar, la investigación resulta prometedora para el desarrollo de compuestos naturales baratos y transparentes que podrían bloquear la emisión de las sustancias químicas de la piel que alertan a los mosquitos hembra de un festín de sangre.

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