lunes, 3 de julio de 2023

EL VATICANO: El Papa Francisco pide tener cuidado con la vanidad, las supersticiones y las brujerías.

 

Este domingo, en sus palabras previas al rezo del Ángelus, el Papa Francisco hizo una breve pausa para llamar la atención a los cristianos que caen en prácticas supersticiosas como la lectura de cartas o los horóscopos.

Ante unos 15.000 fieles, el Pontífice estaba reflexionando sobre la misión profética que todos los cristianos reciben en el Bautismo.



“Pero, ¿quién es el profeta? —preguntó el Santo Padre—. Hay quien lo imagina como una especie de mago que predice el futuro; pero esta es una idea supersticiosa y el cristiano no cree en las supersticiones, como la magia, las cartas, los horóscopos o cosas similares”.

Entre paréntesis: muchos, muchos cristianos van a que les lean las manos… ¡Por favor!”, exclamó el Papa Francisco.

Luego, el Pontífice retomó su reflexión y recordó que “profeta, hermanos y hermanas, es cada uno de nosotros”, y que, “en virtud del Bautismo, ayuda a los demás a leer el presente bajo la acción del Espíritu Santo” para comprender los proyectos de Dios y corresponderlos.



En ese sentido, el Papa Francisco afirmó que “el profeta es aquel que muestra a los demás a Jesús”, da testimonio y ayuda a construir el mañana según sus planes. “Por lo tanto, todos somos profetas, testigos de Jesús”, señaló.

En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco advirtió el peligro de que todo sea vanidad en la vida y el dejarse llevar por las noticias falsas (fake news), las supersticiones colectivas y las verdades pseudo-científicas que conducen a una “sociedad del cansancio”.





“No es casualidad que la nuestra sea la época de las fake news, de las supersticiones colectivas y las verdades pseudo-científicas. Es curioso en esta cultura del saber, del conocer todas las cosas y también de la precisión del saber, se difundan tantas brujerías… que conducen a una vida de supersticiones”, indicó el Santo Padre.

La Audiencia General de este miércoles se llevó a cabo en la Plaza San Pedro del Vaticano.

Al comienzo, el Santo Padre recorrió en el papamóvil los pasillos de la plaza vaticana para saludar y bendecir a los numerosos fieles presentes de diferentes partes del mundo y fue acompañado en el vehículo por algunos niños.

Además, fue la primera vez que los peregrinos públicamente vieron al Papa Francisco usando un bastón.

El Santo Padre continuó con su serie de catequesis sobre la vejez y reflexionó en esta ocasión en el Libro del Eclesiastés o Cohélet “otra joya que encontramos en la Biblia” que “deja desconcertado por su famoso estribillo: Todo es vanidad, Todo es vanidad, Todo es vanidad, todo es niebla, humo, vacío”, dijo el Papa.

 

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