HACE
UN SIGLO “El Grito de Alcorta” comenzaba la primera huelga de pequeños y
medianos arrendatarios de campo, el 25 de Junio de 1912.
El Magazín de Merlo: Los
arrendatarios eran obligados a pagar hasta el 34% de la producción, trillado,
embolsado en bolsas nuevas, puesto en estación. Además de comprar en los
almacenes de la empresa y tomar sus seguros y contratar sus maquinas.
El
Grito de Alcorta, que tuvo por epicentro a la localidad del mismo nombre, pero
que luego se extendió a toda la región pampeana, fue la rebelión de miles de
colonos apoyados por comerciantes, sacerdotes y profesionales, que reaccionaron
contra el sistema de arrendamiento y trabajo de la época. Esta gesta heroica de
los campesinos, fue simiente de la Federación Agraria
Argentina (FAA). Inspirados en el lema de la revolución mexicana Zapatista: "La tierra para
quien la trabaja", la protesta marcó la irrupción de los colonos agrícolas
en la política nacional del Siglo XX, por lo que se la considera la primera
huelga agraria argentina.
Los chacareros, en su gran mayoría arrendatarios inmigrantes, iniciaron ese año
una huelga por tiempo indeterminado en protesta por las malas condiciones de
contratación que los vinculaba con los grandes terratenientes. El paro de actividades comenzó el 25 de junio de 1912, tras una masiva asamblea
de colonos realizada en la
Sociedad Italiana de Alcorta, durante la cual el anarquista
Francisco Bulzani -primer gestor del movimiento agrario-, denunció la
angustiante situación que atravesaban los miles de campesinos de toda esa zona.
Bulzani sostuvo entonces: “No hemos podido pagar nuestras deudas y el comercio,
salvo algunas honrosas excepciones, nos niega la libreta. Seguimos ilusionados
con una buena cosecha y ella ha llegado, pero continuamos en la miseria",
manifestó entonces Bulzani. "Los propietarios se muestran reacios a considerar nuestras demandas”,
manifestó el dirigente, según un documento histórico que el Museo Comunal de
Alcorta entregó a la
Agencia Télam. L os chacareros denunciaban además la explotación a la que
eran sometidos por la firma Genoud, Benvenutto, Martelli y Cia, que
administraba la colonia La Adela
y subarrendaba la tierra a 211 familias.
El subalquilar se hacía “por el 34 por ciento de la producción, trillado,
embolsado en bolsas nuevas y puesto en estación, con contratos de un año de
duración”, señala el texto.
Entre otras cláusulas abusivas y desventajosas, los arrendatarios estaban obligados a “comprar y vender en el almacén de ramos generales de la empresa, cosechar con sus máquinas y contratar todos los seguros con esa firma”
Entre otras cláusulas abusivas y desventajosas, los arrendatarios estaban obligados a “comprar y vender en el almacén de ramos generales de la empresa, cosechar con sus máquinas y contratar todos los seguros con esa firma”
En la histórica asamblea del 25 de junio, de la que participaron más de 2.000
agricultores de Alcorta, Bigand, Bombal, Carreras, Firmat y San Urbano
(Melincué), se aprobó por unanimidad el nuevo modelo de contrato redactado por
el abogado rosarino Francisco Netri y se conformó una "Comisión de
Huelga".
Mientras
duró la huelga agraria, numerosos colonos fueron perseguidos y encarcelados, y
El grito de Alcorta reconoce como mártires a Francisco Netri, Francisco Mena y
Eduardo Barros, quienes fueron asesinados por ser impulsores del histórico
movimiento campesino.
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