SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 30 de enero de 2011

Nota: Documental para El Magazín de Merlo, Buenos Aires, por el escritor Miguel Ángel Figueiras G. Enero de 2011 Pueblos originarios de Sudamérica Viaje a lo profundo del monte paraguayo en Jesús




Acceso al poblado Guabirami                    

La inquietud por el conociendo me impulsan a realizar una extensa caminata por senderos que solo se pueden transitar a pie, y que por momentos se presentaba muy dificultoso por lo empinado del camino y la cantidad de rocas peligrosamente agudas, en algunos trechos el descenso se realizaba sentándose de piedra en piedra para descender y no provocarse un herida. El calor y la tupida vegetación aportaron lo suyo, pero nada detuvo al grupo compuesto por: Hilary Gomez G., quien estaba encargada de las imágenes en video y fotos, el guía y traductor Sr. Aureliano Ocampo, la asistente ocasional Sta, Fátima y el persistente escritor munido de su pequeño grabador. De pronto se abre el monte y de la nada aparece “Guabirami”, un casi inexistente poblado de 96 almas que viven como lo hicieron sus ancestros, de la naturaleza y en medio de ella.                           
 Entrevista con el Cacique Mariano

Sin electricidad, sin agua potable, sin caminos, (horas a pie para llegar a la ruta mas cercana por un pequeño sendero, no hay un camino para ambulancias o carros tirados por caballos, no tienen un caballo) sin médicos, (el hospital mas cercano esta a 40 kilómetros del bello pero inhóspito paisaje) sin un negocio de alimentos ni bebidas, sin farmacia, solo sus pequeñas viviendas, el fuego y una pequeña iglesia, (así es llamado al templo construido por ellos de bambú, barro colorado y techo de paja) Pude observar que su estado de salud era bueno, todos envidiablemente delgados pero no al extremo, me dio la impresión que la alimentación sana en su totalidad evitaría enfermedades que nosotros no podemos evitar en la civilización de hoy. Los problemas menores son solucionados por los curanderos o curanderas de la tribu. Los partos son atendidos por la partera de la comunidad y bautizados con una mazorca de maíz amarillo según su costumbre. Reclama el Cacique Mariano que la ayuda estatal llega con cuentagotas y a destiempo, salvo la educación que esta siendo continúa en la instrucción básica o primaria. Las chozas están habitadas por grupos familiares tradicionales y no parecen sufrir de envidia ni codicia, su mirada conmueve por la calma, la sonrisa es su saludo mas común, solo reclamaron un centro de salud mas cercano y quizás un camino para que pueda entrar o salir un vehiculo. Su alimentación básica es a base de vegetales, muy poca carne y prefieren carne de vaca, la cual no esta a su alcance. El cacique declaro que son católicos pero no tienen imágenes de cristo, cruces, santos o vírgenes, en su templo solo hay un fuego en un extremo, un candil muy pequeño en el centro y sus invocaciones cantadas con una inmensa dulzura por las mujeres hablan de “Karai Tupa” - Señor Dios- En cuanto a la música, escuchan los ritmos (Chamame, Polca, etc.)  que ello dicen de los “moroti (blancos), pero tienen su propio ritmo y vestimentas tribales, su lengua principal es un guaraní muy antiguo y están comenzando a comprender y hablar el castellano. En paraguay ambas lenguas son oficiales.


Templo del poblado

Canto y Oración a Dios  


              Niña de Guabirami

Resumen del origen y evolución del pueblo Guaraní. 
Son un pueblo originario sudamericano, nativo de la región amazónica, que se estableció en distintas regiones del continente, especialmente en el Paraguay y en Argentina. Los Guaraníes se establecieron en el territorio del actual Estado Paraguayo entre fines del siglo XV y comienzos del XVI. Se subdividieron en distintos grupos dependiendo de la zona. La población esta estimada hoy en unos 2 millones y su idioma es hablado por unos 15 millones de personas en su mayoría mestizos, en Paraguay, Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Oeste y centro de Brasil, Santa Cruz, Beni y Pando al Oeste de Bolivia, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Formosa en Argentina. Desde el mismo momento de la conquista hispánica, llamo la atención de los españoles la ausencia de templos religiosos, ni ídolos para venerar, por lo tanto no dudaron en pensar que era un pueblo sin ninguna creencia religiosa. La verdad era otra, la religiosidad existía y era profundamente espiritual, a tal punto de no necesitar templos ni dioses tallados. Ellos creían en Ñanderuguasu –Nuestro padre grande- o Ñamandu-El primero, el origen, el principio- o Ñandejara-Nuestro dueño. Estos nombres hacían referencia a una divinidad que era concebida como invisible, eterna, omnipresente y omnipotente. Con respecto al trabajo y la alimentación los guaraníes eran diestros con las canoas y poseían un profundo conocimiento de la
selva, eran cazadores, recolectores, pescadores y practicaban la agricultura. Trabajaban en grupos y los parientes se ayudaban unos a otros, los cultivos más populares eran la mandioca-mandi’o, mandioca dulce-poropi, batata-jety, calabaza-andai, maíz-avati,  poroto-kumanda,  zapallo-kurapepe,  maní-mandubi,  y algodón-mandiyu. Otros productos eran obtenidos directamente de la selva, por ejemplo las hierbas medicinales, frutos como la guayaba-arasa, banana-pakova,  y la yerba mate-ka,a. En un comienzo los españoles llamaban a los guaraníes, Carios, Chandules, Chandris y Gandules. Al parecer el nombre “Guaraní” les fue dado por los españoles al escuchar los gritos de guerra de estos guerrero  en la cual existía la frase “Guara-ni” – Combatir-les.
En resumen la vida de los habitantes de Guabirami coincide con los orígenes históricos de su etnia. Mantener este grupo sin contaminación cultural pero con los medios necesarios para vivir es el desafío de los gobiernos actuales de Sudamérica.


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