El establishment europeo respiró tranquilo ante el
triunfo de Macron en Francia: quedaba así diluido el temor de que los fanceses
iniciaran la revuelta de los millones de europeos que han quedado excluidos por
las políticas neoliberales que se han ido extendiendo por todo el Viejo
Continente desde el thatcherismo de los años 80. Sin embargo, el excelente
cronista catalán Rafael Poch, anuncia que el gobierno de tecnócratas de Macron,
fracasará. MM.
En términos generales el modelo político de Macron es
la “marktkonforme Demokratie” (la democracia adecuada al mercado) de la señora
Merkel, incluida la marginalización de la oposición parlamentaria. La empresa y
la meritocracia nunca habían estado tan presentes en el gobierno. Los sectores
privilegiados nunca habían pesado tanto (por encima del 70%) en el cuerpo de
diputados.
Ideológicamente Macron es, según la definición del fundador de Attac Peter Wahl, “una mezcla programática de relato liberal de izquierda-verde-alternativo (cuestiones de género, minorías sexuales, medio ambiente, europeísmo y cosmopolitismo), modernismo start-upista digital en la línea “Uber para todos”, un subidón make France great again, y un neoliberalismo casi a la Margaret Thatcher con rostro humano”.
Su hoja de ruta es
“gaidarista” (por Yegor Gaidar, el autor de la “terapia de choque” rusa):
introducir rápidamente y por decreto una involución socio-laboral a partir del
verano, y contener la contestación social que seguirá mediante la introducción
en el derecho común, a partir del otoño, de los preceptos liberticidas de las
medidas de excepción contenidas desde noviembre de 2015 en el “Estado de
urgencia” aún vigente.
Reforma laboral-Nada que solucione o ayude al pueblo-
La
reforma del código laboral es una parte fundamental de la agenda de Macron y el
primer paso de una revisión más general del modelo social de Francia, que
incluirá otros cambios mayores en las prestaciones de desempleo y las
pensiones.
La
reforma de Macron tiene como objetivo que cada empresa negocie la jornada
laboral, para eliminar los convenios colectivos, lo que es criticado por darle
todo el poder a los empresarios.
1. En las negociaciones sobre las condiciones
laborales o los salarios, otorgará prioridad a los acuerdos alcanzados dentro
de las empresas entre propietarios y empleados, por encima de los acuerdos
sectoriales. Podrá someter estos acuerdos a referéndum, dentro de la empresa.
2.
Establecerá un mínimo y un máximo a las indemnizaciones por despidos "sin
causa real ni seria". El máximo dará seguridad a las empresas sobre el
coste de los despidos y así incentivar las contrataciones.
3.
Fusionará las distintas instancias representativas de los trabajadores en las
empresas.
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