La idea de las autoridades de este partido de prohibir el ingreso de personas a las playas con conservadoras
que tengan bebidas alcohólicas y parlantes inalámbricos se materializó cuando comenzaron los controles
policiales en los balnearios pese a que aún no se publicó el decreto que
dispone la medida. La iniciativa busca sumar una restricción más para evitar la
propagación del nuevo coronavirus (Covid-19).
Anoche, fuentes oficiales hicieron trascender a la prensa que
a primera hora de hoy se publicaría el documento, firmado por el intendente Martín
Yeza, en el que se plasmaría la restricción en la línea
costera de Pinamar, Ostende, Valeria del Mar y Cariló.
“Queremos ver si con esta medida podemos disuadir un poco
mejor a los jóvenes que se juntan en la playa a tomar y bailar en grandes
grupos", habían dicho anoche a LA NACIÓN fuentes municipales.
Sin embargo, por la mañana el mensaje fue otro: "Ya hay
una ley nacional que lo prohíbe. Jurídicamente un municipio no puede prohibir
que la gente escuche música en la playa. No se puede. Lo que está reglamentado
es el tema de los decibeles" Por
la tarde, finalmente, el decreto se firmó aunque aún no se publicó en el
Boletín Oficial municipal, en el texto no se prohíbe los parlantes, sino la
música a decibeles mayores a los permitidos. Lo mismo pasa con las
conservadoras que deben ingresar a la playa, pero sin bebidas alcohólicas.
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