La iniciativa fue
lanzada por el BID, el IICA, el Gobierno de Costa Rica y Microsoft, con una
inversión cercana al millón de dólares. Costa Rica es uno de los países de América
que más pondera a la actividad agropecuaria sustentable y
el uso de energías renovables.
Basta con decir que casi el 100% de su matriz energética proviene de fuentes renovables
(95%, principalmente de plantas hidroeléctricas, geotérmicas y eólicas).
Es
por ello, que los Ministerios de Agricultura y
Ganadería (MAG) y Educación Pública
(MEP), junto al BID, el Instituto Interamericano de Cooperación para la
Agricultura (IICA)
y Microsoft comenzaron a implementar un plan piloto
para impulsar en el país centroamericano
la educación en ciencias biológicas, agrícolas y ambientales en las provincias de
Puntarenas y Limón.
La iniciativa lanzada
durante este 2021 consta de un plan de trabajo de 36
meses, y tiene por objetivo probar un modelo educativo para la enseñanza y el
aprendizaje de las ciencias naturales y ambientales, así
como promover el interés por carreras profesionales en agricultura como medio
para abordar las necesidades de la realidad rural, aumentar la inclusión de las
mujeres, impulsar la rentabilidad del agro y disminuir la migración del campo
hacia las ciudades.
Para Manuel Otero, Director
General del IICA, “en Costa Rica, como en el resto de América Latina y el
Caribe, la agricultura es la principal fuente de sustento en las zonas rurales,
pero tiene poco peso en la malla curricular de los
colegios que allí funcionan. Esto repercute en bajos niveles de aprendizaje y
la deserción de jóvenes del sistema educativo, una trampa de pobreza que hay
que revertir”.
Por
esto motivo, el argentino considera que es necesario transformar el modelo de educación rural hacia uno con menos sesgo
urbano, más moderno y de mayor uso de las tecnologías, de aplicación presencial
y virtual.
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