Cada
año, celebramos el Día Internacional contra la Corrupción para crear conciencia
sobre los efectos nocivos de la corrupción en la sociedad y para contribuir a
que la comunidad global se una para combatirla. Como lo hemos visto en
demasiadas oportunidades, la corrupción erosiona la confianza pública en el
gobierno y en las instituciones democráticas, profundiza la pobreza y la
desigualdad y frustra las oportunidades y el crecimiento.
También
afecta prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana de muchas personas
en todo el mundo. En respuesta a esto, el presidente Biden designó a la lucha
contra la corrupción como un interés clave de seguridad nacional de EE. UU. y,
por tal motivo, combatir la corrupción es un tema central de la Cumbre por la
Democracia. La Cumbre ofrece la posibilidad de aprender unos de otros sobre qué
resulta más eficaz para combatir la corrupción, en qué áreas nuestros esfuerzos
son insuficientes y cómo podemos trabajar juntos para abordar las falencias.
Este año, en vísperas del Día Internacional contra la Corrupción y la
Cumbre por la Democracia, me complace anunciar el segundo cohorte de nuestros
Defensores contra la Corrupción internacionales. A menudo, al referirnos a
desafíos inmensos y complejos como la corrupción, perdemos de vista que nuestra
capacidad de lograr avances concretos y cambios positivos en la vida de las
personas depende básicamente del trabajo de personas individuales, que con gran
tenacidad, creatividad y valentía nos muestran que pueden superarse incluso los
problemas más complejos.
Hoy reconocemos a las personas que han demostrado
liderazgo, coraje e impacto en la prevención, la denuncia y el combate a la
corrupción. Distinguimos a Dorothy Bradley de Belice, Nikolay Staykov de
Bulgaria, Alexandra Attalides de
Chipre, Carlos Giovanni Ruano
Pineda de Guatemala, Gabriela Alejandra Castellanos de Honduras, Jamiliya Maricheva de
Kazajistán, Juris Juriss de
Letonia, Riad Kobeissi del
Líbano, Martha Chizuma de
Malaui, Denise Namburete de
Mozambique, el Dr. Torplus Yomnak de
Tailandia y Carlos Paparoni de
Venezuela.
El Departamento de Estado combate la corrupción a través de la
diplomacia entre países, el apoyo a los estándares internacionales y su
implementación, la creación y el fortalecimiento de instituciones
gubernamentales, el uso de restricciones a visas y sanciones para que los
funcionarios corruptos rindan cuentas y el apoyo a periodistas y actores no
gubernamentales que promueven la transparencia y exigen que las personas
corruptas respondan por sus acciones. Nos enorgullece nuestra trayectoria, pero
reconocemos que en nuestro sistema global interconectado, ningún país puede
combatir eficazmente la corrupción si lo hace solo. El lanzamiento de la Cumbre
por la Democracia en el Día Internacional contra la Corrupción nos brinda una
oportunidad única de reconocer a quienes trabajan para que sus países sean un
lugar mejor. Es para nosotros un gran honor trabajar a la par de defensores
como estos con el propósito de derrotar a la corrupción.
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