El récord se produjo el 5
de julio de 2018, cuando casi se alcanzan los 100°C bajo cero. El récord de
bajas temperaturas en lugares permanentemente habitados se batió en el Noreste
de Siberia, con 67,8 bajo cero.
En la Antártida se vive el
clima más frío del mundo. De hecho, como precedente, el 21 de julio de 1983, se
registró allí la temperatura más baja del planeta registrada por una estación
meteorológica: -89.2°C, lo cual se dio en la base rusa de Vostok. Tras ello, el
10 de agosto de 2010, hace exactamente 12 años, el continente presenció una
temperatura aún más baja, -93,2°C: un récord que se dictaminó el 10 de
diciembre de 2013 por parte de un grupo de investigadores de Estados Unidos y
que fue superado casi una década más tarde, el 5 de julio de 2018, cuando se
obtuvieron registros de una temperatura aún más fría: -98.6°C.
Cabe resaltar, además, que
allí hay un ambiente seco, ya que este lugar carece de grandes niveles de
precipitación: el promedio es de 166mm al año mientras que en la Argentina, por
ejemplo, la cifra normalmente se encuentra dentro de los 2100 mm
aproximadamente.
En sus costas,
consideradas las partes más cálidas del continente, posee una temperatura de
–10°C. En tanto, el interior de la Antártida se encuentra elevado, por lo que
esta cifra desciende a unos -55°C en Vostok: uno de los puntos más fríos.
Las
temperaturas más bajas registradas en el planeta
Por muchos años, la
temperatura más fría que había sido registrada eran los 89,2 grados bajo cero
que se vivieron el 23 de julio de 1983 en Vostok. Sin embargo, treinta años más
tarde, en 2013, un grupo de profesionales en meteorología y científicos del Centro
de Nieve Nacional e Información del Hielo en Boulder, Colorado, Estados Unidos,
decidieron investigar la temperatura global de los últimos 32 años a través de
la información obtenida por el satélite Landsat.
Allí observaron una
concentración de aire con temperaturas de -93,2°C tanto en zonas montañosas
como en llanuras, lo que llamó la atención de los investigadores quienes,
sorprendidos por esto, se comunicaron con la Unión Geofísica Americana de San
Francisco para informar del fenómeno.
Sin embargo, y tal como
publicó en aquel entonces la National Geographic, en el invierno de 2018 se
batió el récord nuevamente: el 5 de julio, datos satelitales en unos 100 sitios
ubicados en la capa de hielo de la Antártida Oriental dieron cuenta de -98 ºC.
Este suceso sin precedentes, por el que casi se alcanzaron los 100°C bajo cero,
es la temperatura más baja registrada en la historia.
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