Se argumenta que las alteraciones genéticas y cerebrales en la persona como los antecedentes familiares de adicción, la historia vital de los traumas o un entorno donde las drogas están disponibles, hacen más fácil que una persona acabe siendo adicta. “Las personas con estos factores tendrán más posibilidades de desarrollar la enfermedad, de ahí que la adicción sea una enfermedad cerebral ya que produce cambios profundos tanto en las estructuras como en varias funciones del cerebro”, comenta.
“El cerebro es un órgano muy
plástico que cambia cuando las condiciones externas o internas cambian,
como es el caso del consumo de drogas. Por tanto, las personas adictas sufren
una enfermedad cerebral que requiere un tratamiento especializado”,
dictamina.
Para David Nutt, pionero del estudio en The
Lancet y profesor de farmacología en la Universidad de Bristol en
Reino Unido y sus colegas, estas son las cinco sustancias más adictivas:
1. La heroína
A pesar de que el alcohol
está considerada la droga que más daños causa a la sociedad, la heroína es la
más perjudicial en todos los sentidos. A nivel científico, es el más potente
opiáceo que hace que el nivel de dopamina en el sistema de recompensa del
cerebro aumente hasta en un 200%. Situada en primer lugar, porque tan solo
alrededor de un 10 por ciento de las personas que la consumen puede que se rehabiliten y
porque el más mínimo error en la dosis suministrada puede provocar la invalidez
mental o física, daños irreparables en prácticamente todos los órganos del
cuerpo, o la muerte por sobredosis.
2.La cocaína
La cocaína actúa
directamente en el sistema neuronal. Cuando se consume en exceso, se
bloquea el proceso normal de reciclaje de liberación de dopamina por
parte de las neuronas. Se acumula un gran excedente de dopamina en la
sinapsis, que es lo que provoca un estado prolongado de placer. Sin embargo, su adicción es de las más poderosas y
resulta muy difícil para la persona que comienza a consumirla no
tener recaídas a lo largo de toda su vida.
3. La nicotina
Un informe reciente de la OMS advierte
que el consumo de tabaco es la principal causa prevenible de muerte en
todo el mundo, pues provoca la muerte de más de 7 millones de personas cada
año. La nicotina de un cigarro sube cada 10 segundos al cerebro, una adicción que
conlleva muchos
efectos adversos, entre ellos, diversas enfermedades
cardiovasculares y cáncer.
4. Los barbitúricos o tranquilizantes
Los barbitúricos, también
conocidos como balas
azules, gorilas, barbs o pink
ladies son una serie de medicamentos que inicialmente se usaban para
tratar la ansiedad e inducir al sueño. Interfieren con la señalización
química en el cerebro, cuyo efecto es cerrar varias regiones del mismo. En
dosis bajas, los barbitúricos causan euforia, pero a dosis más altas
pueden ser letales porque suprimen la respiración.
5. El alcohol
Posicionado en el último
lugar pero no por ello menos adictivo. El alcohol, de hecho, es la
sustancia más dañina para el organismo según los expertos. Y quizás un punto de
peligro radique en la normalidad de su consumo y su abuso en
eventos sociales o de ocio. No solo incrementa los niveles de dopamina hasta en
un 360 por ciento, también aumenta la tendencia a depender de su
consumo a lo largo de la vida.
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