SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 10 de marzo de 2021

Cuando TU pareja saca lo peor de TI-

 No hay nada más bello que el amor, pero el amor sano, ese que ayuda a crecer como persona y que nos transforma en la mejor versión de nosotros mismos. Bien diría Mario Benedetti “te amo por quien soy, cuando estoy contigo”. Pero, ¿qué pasa cuando tu pareja saca lo peor que hay en ti?



Cuando digo lo peor, me refiero a la peor versión que hay de ti. Amar implica enloquecer hasta cierto punto, porque cuando nos enamoramos no sabemos ni en qué día vivimos, dónde estamos o qué será de nuestra vida si seguimos así de lelos por ese alguien especial. No toda la locura es mala, pero digamos que hasta esa nube tiene un cierto límite.

Una de las peores versiones que puede sacar de ti esa persona es que te olvides de tus amigos y tu familia, que te vuelvas alguien descuidado o irresponsable en tu trabajo o bien, que desdeñes automáticamente a todo aquel que pone en tela de juicio tu relación. Ese es sólo un primer paso, pues también puedes darte cuenta a partir de una relación que eres una persona insegura y que estar con ese alguien te haces sentir “menos” o estar dudando siempre de si eres suficiente o no para esa persona.



En algunos casos, la dinámica de la pareja hace que los dos expongan su peor lado: se agreden, se celan, se ofenden, o se acosan, sin embargo, no se dejan. ¿Por qué? Porque estamos acostumbrados a desarrollar relaciones de dependencia con mucha facilidad y en este mundo que se mueve tan rápido muchas veces elegimos quedarnos con alguien aunque lejos de llenar nuestras expectativas nos frustre y nos lastime porque “peor es nada”, o al menos eso dicen. Tenemos esa idea errónea de que “el amor duele”, -gracias José José…- cuando el amor debe ser algo motivador y que le dé un plus positivo a tu vida.

¿Qué hacer cuando tu pareja está sacando la peor versión de ti? El primer paso es darte cuenta y reconocerlo. Puede ser que tus seres queridos te hayan dicho que has cambiado, que ya no eres la misma persona, puede ser que te des cuenta de que tienes actitudes que jamás habías tenido y que tienes reacciones que incluso te asustan. Puede ser que no te reconozcas cuando te ves en el espejo porque a veces, cuando la pareja es tóxica, afecta hasta nuestra apariencia física. Tal vez perdiste tu ambición profesional o te instalaste en una horrible zona de confort. Una vez que lo reconoces entonces es momento de hacer algo y el paso siguiente sería afrontarlo en pareja: “no me gusta ser esta persona que se sale de control”, “necesitamos hacer cambios en la relación porque no estamos siendo buenos el uno con el otro”.

¿Qué hacer si el otro no quiere cambiar? DÉJALO/A IR. Y si vuelve, déjalo ir, y así hasta que ya no vuelva. Comprométete contigo, con tu progreso, con ser una persona estable, en desarrollo constante, libre, con toda la posibilidad de ser feliz. El hecho de que la pareja no funcione no quiere decir que sean malas personas, sino que hay buenas personas que no encajan bien estando juntas.

Independientemente de la etapa en la que te encuentres en la vida, siempre es buen momento para entender que una pareja es un complemento para una vida que ya está completa. Es este extra que hace maravillosa tu vida.  Una pareja sana te va a impulsar siempre a cuidarte, a ver por ti, a cuidar de tus relaciones, a conquistar los retos que te ponga la vida. Una pareja estable es alguien en quien puedes confiar y que te acompaña sin devaluar tu capacidad para resolver lo que se te presente. Una idea que debe convertirse en un mantra en tu vida es que alguien que te ama JAMÁS va a jalarte hacia abajo. Se trata de crecer juntos.

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