Según la
ciencia medica el envejecimiento afecta al cerebro aumentando los despistes y
deteriorando las capacidades cognitivas. Pero puedes mantenerlo joven y ágil
más tiempo con las estrategias que te ofrecemos a continuación.
Aunque suene increíble para muchos, nuestro cerebro empieza a envejecer antes de cumplir los 30 años,
y sin embargo, está en nuestra mano retrasar el inicio de la pérdida de memoria
producida por la edad.
La
aparición de esos pequeños "despistes" que van haciéndose más
frecuentes a medida que nos adentramos en la madurez es algo contra lo que
podemos combatir siguiendo las estrategias adecuadas.
HÁBITOS
PARA PREVENIR LA PÉRDIDA DE MEMORIA
Si
bien es cierto que con el envejecimiento esta clase de capacidades cognitivas
se va deteriorando, contamos con un importante margen de maniobra para evitar, o al menos retrasar, unos cuantos años la aparición de los
despistes. La biología no tiene por qué marcar nuestras
vidas totalmente: el modo en el que nos relacionamos con nuestro entorno
también cuenta.
Conocer
las claves para no perder la memoria nos permite construir un cerebro más sano
y con mayor agilidad mental introduciendo una serie de hábitos sencillos en
nuestro día a día.
Ahora
bien, apostar por integrar a nuestra vida estrategias para no perder la memoria
supone implicarse de forma continuada, y por eso:
**Cultiva tu vida social-
Relacionarse
con los demás a menudo, sea con familiares y amigos o participando en alguna actividad en grupo, favorece una mejor memoria, tal y
como han demostrado diversos estudios. Al interactuar con otras personas se
estimulan las neuronas del cerebro que son responsables del aprendizaje, y esto
hace que encuentren nuevas formas de conectarse entre ellas.
·
Cuando existe un mayor grado de interconexión entre las
redes de neuronas que forman el cerebro, es más fácil
llegar a evocar un recuerdo a través de "rutas
alternativas". Eso significa que se multiplican las
posibilidades de llegar a una misma idea partiendo de sensaciones o
pensamientos que aparentemente tienen poco que ver entre sí.
De ese modo,
incluso si hay una zona del cerebro que se ha dañado, otras pueden tomar el relevo
y conducir nuestro pensamiento a ciertos contenidos de la memoria.
**Cambia tus rutinas-
Hacer
siempre lo mismo lleva a que el cerebro se acomode,
lo que favorece el envejecimiento prematuro. Esto ocurre
así porque nuestro cerebro se acostumbra a trabajar en un bucle al estar
expuesto siempre a los mismos estímulos.
Alterar rutinas sirve para
prevenir esta clase de empobrecimiento de la mente, porque hace que nuestros recuerdos sobre experiencias pasadas sean más ricos
y llenos de referencias temporales. Por ejemplo, puedes probar
modificando los trayectos de casa al trabajo o hacia las
zonas a las que acudas a diario, o cambiando el orden de las cosas que haces en
casa nada más levantarte.
**Nutre tu cerebro
El
cerebro es uno de los órganos que necesitan más energía, así que es bueno que
prestes atención a lo que sueles comer. Si no te alimentas de manera correcta,
el organismo empezará a "forzar" su funcionamiento para llegar a
todos sus objetivos, y esto conlleva un desgaste que te puede
afectar a medio y largo plazo.
En este sentido, todos
los estudios señalan a la Dieta Mediterránea como la opción ideal; uno de sus
secretos es el poder antioxidante que
encontramos en los alimentos más usados en esta. El aceite
de oliva, el pescado (sobre todo el azul), los frutos secos, las frutas y
verduras y las legumbres o los cereales no deben faltar en tus menús diarios.
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