Carl Spitzweg - “El poeta pobre” (1839, óleo sobre
lienzo, 36 x
“El poeta pobre” es la obra más conocida del pintor romántico alemán Carl Spitzweg,
uno de los últimos representantes del periodo Biedermeie. Cuando se expuso por
primera vez, el cuadro recibió bastantes críticas porque consideraban que
Spitzweg se estaba mofando del noble arte de la literatura. En realidad, yo
creo que estaba quejándose de la penosa situación económica en la que vivían
muchos artistas.
Este pobre poeta no tiene ni un solo mueble en su cuartucho. Se ha
desprendido de todo, menos de sus libros, su bien más preciado. A través de la
ventana del fondo, vemos los tejados nevados. Debe hacer mucho frío en esa
habitación y como no tiene dinero para comprar leña, ni silla y mesa en las que
trabajar, se ha metido en la cama para escribir más calentito.
Se protege de las goteras del techo con un paraguas abierto, lleno de
agujeros, que ha colgado del techo con unas cuerdas (un apaño poco práctico
porque el agua acabará escurriendo por los bordes y se mojará igualmente).
Junto a la estufa, vemos un grueso manuscrito con el título “Operum meorum fasciculum
III”, que probablemente acabará quemando cuando no pueda soportar
más el frío. El trapo roto colgado en el tendal, la botella de vidrio que hace
de candelabro, las anotaciones en las paredes, la chistera abollada, el abrigo
raído… Y el poeta concentradísimo, ajeno a toda la miseria que le rodea, con la
pluma en la boca y contando las sílabas de su próxima rima con los dedos.
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