La industria marítima celebra un importante
hito: el primer viaje de un nuevo buque de contenedores propulsado por metanol
verde, un combustible ecológico. Este tipo de combustible, derivado del metano
obtenido de residuos alimentarios en vertederos, permite una disminución de las
emisiones de CO2 hasta
un 70%, lo que podría ser un aporte significativo a la descarbonización.
Un hito verde para la industria marítima:
El gigante naviero Maersk, una de las navieras más grandes a nivel
mundial, comenzó hace dos años a reconvertir su flota hacia combustibles más
sostenibles. Hasta la fecha, la empresa ha encargado ya 25 embarcaciones que
funcionarán con metanol verde.
Una apuesta
por el metanol
Maersk también planea adaptar sus barcos más antiguos para que
utilicen metanol como combustible sostenible. Para finales de esta década, la
empresa tiene la intención de transportar un cuarto de su carga marítima
utilizando combustibles ecológicos. Esta iniciativa se produce en respuesta al
endurecimiento de las normas de la Organización Marítima Internacional (OMI)
para la industria global.
El uso del metanol verde podría reducir las
emisiones de los barcos en un impresionante 65-70%.
Este metanol sostenible puede ser producido a partir de gases de origen
vegetal, como los residuos alimentarios, o a partir de energía renovable y hidrógeno
verde. A modo de referencia, la industria marítima es responsable de
casi mil millones de toneladas de emisiones de CO2 al año, cifra que equivale prácticamente a la
totalidad de emisiones de la industria aérea.
Aunque el metanol verde no es una solución perfecta, ya que no puede
eliminar completamente las emisiones, compañías navieras como Maersk reconocen
la urgencia de tomar medidas inmediatas para descarbonizar y cumplir con los
objetivos climáticos de París. Aunque existen otras tecnologías para reducir
las emisiones, como el amoníaco, el hidrógeno líquido y la electrificación,
Maersk ha optado por el metanol verde como una solución factible.
El desafío
de la producción de metanol:
Morten Bo Christiansen, responsable de la descarbonización en
Maersk, subrayó la urgencia de actuar frente al cambio climático. Mientras que
la industria tiene como objetivo alcanzar cero emisiones netas para 2050,
Maersk aspira a lograr esta meta una década antes. Cinco grandes navieras han
realizado pedidos de buques similares y actualmente hay 120 barcos en
desarrollo.
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