El actual ministro de
Agricultura, Gandería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, quien ejerció el
cargo de Diputado desde
Sin ir muy
lejos en el tiempo, en septiembre de 2014 Basterra llevó a la Cámara el
proyecto titulado “LEY PARA MEJORA DE LOS SUELOS AGROPECUARIOS”, que además
llevaba la firma y apoyo del tucumano Juan Casañas y del cordobés Edgar Müller,
demostrando que los tres diputados pertenecientes a diferentes partidos
políticos y provincias, tenían una meta en común.
Los años pasaron y sin
importar quién gobernaba la Argentina, el proyecto para promover el uso
fertilizantes nunca ganó el consenso necesario para convertirse en Ley.
De esta
situación se desprenden dos preguntas: ¿Querrá Basterra impulsar un nuevo proyecto
de Ley de Fertilizantes ahora que es ministro? ¿Qué alcances tendría para la producción argentina
una Ley de Fertilizantes?
Una
hipotética Ley de Fertilizantes:
Para
responder la segunda de estas cuestiones, la gerencia de Estudios Económicos de
la Bolsa de
Cereales de Buenos Aires realizó un completo informe que evalúa
el impacto económico y fiscal de la implementación de una ley de promoción del
uso de fertilizantes en cultivos extensivos en Argentina, que como primer
resultado, “arrojaría un aumento de la producción de cereales y oleaginosas
entre 8 y 18 millones de toneladas”.
Desde el punto de vista fiscal, la
Bolsa plantea dos escenarios posibles en los que podría impactar un Ley de
incentivos de nutrición. Se contempla así que podría haber “dos niveles de deducción
adicional de la inversión en fertilizantes, 50% y 100%, y dos hipótesis de
aumento del nivel tecnológico: A ( la mitad de los productores de cada nivel
tecnológico pasa al siguiente, tanto en términos de aplicación de insumos como
de rendimientos obtenidos) y B (todos los productores pasan al nivel alto).
Teniendo en cuenta que
este escenario es el de 50% de deducción adicional, “en la Figura 1, la demanda
de fertilizantes podría incrementarse entre 13% y 29%, dependiendo del shock
tecnológico, mientras que la producción de cereales y oleaginosas podría crecer
entre 6% y 12%. Considerando una base de 137 millones de toneladas, esto
implicaría pasar a 145 o 153 millones de toneladas”, indica la Bolsa.
Para el caso
del 100% de deducción, “la fertilización podría incrementarse entre 16% y 32%,
mientras que la producción de cereales y oleaginosas podría crecer entre 7% y
13%. Esto se traduciría, nuevamente, en incrementos del valor agregado de toda
la cadena por entre 1.342 y 2.883 millones de dólares”.
Como conclusión se puede entender
que una Ley de Fertilizantes que promueva la nutrición de los suelos, ya sea
por incentivos directos con deducciones sobre el valor de compra o otros
mecanismos de promoción, generaría como mínimo un aumento productivo nacional
de granos de 8 millones de toneladas, generando una suba del valor agregado
superior a los 1.160 millones de dólares; y en el mejor de los casos,
aumentaría 18 millones de toneladas la producción a nivel país, teniendo una
suba en el impacto de la cadena de 2.883 millones de dólares.
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