“En todos
lados se cuecen habas” (El Cronista.com, septiembre de 2022)
Para evitar una escasez de gas en el invierno boreal, diversas naciones
europeas comenzaron a planificar el racionamiento de los suministros de este
combustible y lanzaron también diversas medidas para ahorrar energía.
España acaba de sumarse a las iniciativas
dispuestas por otros países europeos y lanzó un plan de ahorro energético para hacer frente a las grandes subas en el
costo de la electricidad, que se vieron agravadas por la guerra entre Rusia y Ucrania y se convirtieron en uno de los motores de una ola
inflacionaria mundial.
Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero pasado, el precio de
la energía se disparó en la región por las sanciones y
contrasanciones entre la Unión Europea (UE) y el Kremlin, que redujeron la
oferta de suministro de petróleo, pero sobre todo de gas ruso, que hasta antes de la guerra representaba más
del 40% de las importaciones de ese combustible en el bloque. "La situación del gas en Europa está pasando
de un escenario 'malo' a un escenario 'feo' en el último mes", advirtió
ayer un informe elaborado por Bank of América.
Según dicha entidad, Rusia
-el mayor proveedor individual de energía de Europa- está "jugando" con el gas como arma geopolítica.
El gigante energético ruso
redujo en un 31% sus exportaciones de gas hacia los países no pertenecientes a
la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI), entre ellos los
europeos, según cifras de los últimos seis meses, que dan cuenta de los cambios
que produjo la invasión, con un redireccionamiento del suministro hacia China e
India. Gazprom redujo asimismo en julio los flujos del gasoducto Nord Stream,
que une Rusia y Alemania a través del mar Báltico, a solo un 20%, una semana
después de que los cortara por completo durante un período de mantenimiento de
10 días.
Esta caída del volumen de gas
amenaza con elevar aún más los precios de la energía e incrementar la
inflación, a pocos meses de que Europa empiece a demandar más suministro por el
comienzo del frío.
ESPAÑA
El último país en pasar al
modo de economía energética fue España, que ayer adoptó "un plan
de ahorro y gestión energética" para moderar el aire acondicionado y
la calefacción en comercios, edificios culturales y estaciones de transporte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario