SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 23 de julio de 2017

MUY buena NOTICIA: Gracias a una interfaz cerebro-máquina logró comer una barra de chocolate al accionar un brazo robótico con su pensamiento.


Los avances tecnológicos contribuyen a que podamos desarrollar diferentes actividades con mayor rapidez y agilidad. Por su parte, la tecnología aplicada a la medicina no solo ayuda a la prevención y detección temprana de enfermedades, sino que puede representar una verdadera transformación de la calidad de vida de las personas. Esto le sucedió a Jan Scheuermann, cuya parálisis le impide mover desde el cuello hasta los pies. Gracias a una interfaz cerebro-máquina logró comer una barra de chocolate al accionar un brazo robótico con su pensamiento.
Se trata de una nueva tecnología que permite que personas con distintos grados de inmovilidad puedan accionar mecanismos robóticos a partir de dispositivos que decodifican sus pensamientos. Para la mayoría de las personas, alcanzar un objeto y agarrarlo no requiere esfuerzo. Sin embargo, esos simples movimientos son guiados por un complejo patrón de actividad cerebral. Redes de neuronas trabajan coordinadamente para planificar, ejecutar y revisar nuestros más mínimos movimientos. Por ejemplo, cuando tomamos un vaso, apretamos la tecla “enviar” en nuestra casilla de correo electrónico, pasamos la hoja de este diario o realizamos cualquier otra actividad motora, nuestras neuronas se comunican entre sí y producen determinados patrones de actividad eléctrica correspondientes a cada tarea.

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