A pesar
de las medidas sanitarias ocasionadas por el COVID-19, el Papa Francisco
aconsejó cómo vivir el período de vacaciones que está comenzando, ya que
presidió este miércoles su última audiencia general antes de la habitual pausa
de verano que se realiza en el Vaticano durante el mes de julio.
En su saludo a los polacos, el Papa
Francisco dijo al comienzo de esta temporada de vacaciones que “a pesar de
todas las medidas de seguridad relacionadas con la amenaza de la infección por
el coronavirus (COVID-19), que espera que pueda ser un tiempo sereno de descanso, para disfrutar la
belleza de la creación y fortalecer los lazos con los
hombres y con Dios”.
En esta línea, el Pontífice animó a dedicar tiempo a la
oración por lo que propuso el ejemplo del rey David para rezar “al Señor en el
bien y en el mal” y para “alabarlo por cada gracia que recibimos de su corazón
lleno de amor por nosotros” por lo que afirmó que la bendición de Dios “los
acompañe siempre”.
A los fieles de lengua alemana, el Papa Francisco exhortó a
“confiar por completo, también con nuestros pecados y nuestras debilidades, a Cristo,
Buen Pastor, que con su corazón manso y humilde nos ofrece siempre
el perdón y el consuelo en nuestras vidas para conducirnos a la alegría y a la
gloria del Padre”.
Finalmente, el Papa Francisco mostró su cercanía al pueblo
mexicano y aseguró sus oraciones por las víctimas del Terremoto
que sacudió el estado de Oaxaca en la mañana del 23 de junio.
“Ayer un violento terremoto azotó el
sur de México, causando algunas víctimas, heridos y enormes daños.
Rezamos por todos ellos. Que la ayuda de Dios y de los hermanos les dé fuerza
y apoyo. Hermanos y hermanas les estoy muy cercano”, advirtió el Santo Padre.
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