Desde el INTA El
Colorado en Formosa brindan una serie de recomendaciones en cuanto a temperatura, humedad y variedades para optimizar la producción de tomate bajo invernadero en
la región.
Para Mirta
Sosa, técnica del INTA, hay ciertas pautas a tener en cuenta con respecto al
manejo de tomate en invernadero. Entre ellas, destacó la importancia de
controlar la temperatura: “Durante el día debe ser
de entre 20 y 25° C y durante la noche debe rondar entre los 15 y los 18° C”.
Es que, de acuerdo con
la especialista, “valores menores a los 13° C generan que la planta detenga su
crecimiento y, por lo tanto, habrá una merma en el rendimiento”.
A su vez,
destacó la necesidad de controlar la humedad relativa:
“Cuando es muy baja, se cierran las estomas de la
planta, lo que ocasiona una merma en el
crecimiento y, por
lo tanto, en el desarrollo de los frutos”.
Por el contrario, cuando los valores son altos, la absorción de nutrientes se
detiene y se favorece la aparición de enfermedades.
En cuanto al
manejo del suelo, Sosa explicó que
cuando son poco fértiles se puede corregir a partir de un análisis del suelo.
“Hay que tener en cuenta la demanda del cultivo en cuanto a nutrientes para
poder aplicar fertilizantes si hace falta en los momentos oportunos”.
Asimismo,
recomendó, en la medida de lo posible, emplear plantines de
origen conocido, sanos y libres de plagas y enfermedades. “Es
importante realizar una desinfección del suelo al inicio de cultivo de la
desinfección del suelo”.
También consideró importante elegir
materiales genéticos altamente productivos de distintos
diferentes tipos de ciclos generalmente bajo invernadero. “Es recomendable
jugar con aquellos materiales o híbridos que tengan al inicio un alto
rendimiento o alta producción. Para, luego, emplear otro híbrido que sea más
tardío”.
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