Desde
1854 se conmemora el Día de la Inmaculada Concepción de María, según la historia.
En esta fecha los católicos
celebran el Día de la Virgen y también arman el arbolito de Navidad. Enseguida, sobreviene en
muchos la pregunta acerca de qué implican estas tradiciones y por qué siguen
vigentes.
Pintura
de la Inmaculada Concepción de la Virgen María por Fray Pedro de Góngora (1617 a 1633) en la iglesia
de San Agustín Iglesia.
Formalmente, el Día de la Inmaculada Concepción de María fue
declarado el 8 de diciembre de 1854 por el entonces Papa en ejercicio, Pío
Nono, quien después de haber recibido peticiones de distintas universidades del
mundo, se congregó en la Basílica de San Pedro, en Roma, y realizó el anuncio:
"Declaramos que la doctrina que
dice que María fue concebida sin pecado original, es doctrina revelada por Dios
y que a todos obliga a creerla como dogma de fe", dijo ante más de 200
obispos y embajadores y miles de fieles presentes.
En el momento del anuncio, sonaron al unísono las
300 campanas de las torres de Roma y volaron varias palomas mensajeras.
Simultáneamente, en todos los templos católicos del mundo se celebraron grandes
fiestas en honor de la Inmaculada Concepción.
De acuerdo a la fe católica, el Padre, desde su primera instancia
la preserva del pecado original, preparándola para convertirla en la madre de
su Hijo. Fue así que el Señor puso a María por encima de todas las demás
criaturas, haciéndola la más humilde y la más servidora.
¿Por
qué no se traslada el feriado del Día de la Virgen este año ?
Este año el Día de la Virgen cae en fin
de semana, y pese a que está indicado como día no laborable, también es
considerado como un feriado inamovible. Esto significa que se debe respetar el
día exacto de la fecha, en este caso, el propio domingo.
Lo mismo sucede con otras fechas tradicionales como
Navidad, Año Nuevo, el Día del Trabajador, que son feriados que no se trasladan.
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