“En segundo lugar se encuentra América, pese a que Estados Unidos y Brasil, los dos pesos pesados de la región, se han convertido en dos verdaderos antimodelos”
La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa,
que evalúa cada año la situación del periodismo en 180 países y territorios,
muestra que los próximos diez años serán sin duda “una década decisiva” para la
libertad de prensa debido a las crisis que afectan al futuro del periodismo: geopolítica (agresividad
de los modelos autoritarios), tecnológica (falta de
garantías), democrática (polarización, políticas de
represión), de confianza (desapego, e incluso odio, hacia los
medios de comunicación) y económica (empobrecimiento del
periodismo de calidad).
A estos cinco tipos de
crisis, cuyos efectos permite evaluar la metodología de la Clasificación, se
suma ahora una crisis sanitaria. “Entramos en una década decisiva para el
periodismo, debido a las crisis simultáneas que afectan al futuro de la
prensa”, señala Christophe Deloire, secretario
general de RSF. “La pandemia del coronavirus muestra factores negativos
para el respeto del derecho a una información fiable; esta es, en sí misma, un
factor multiplicador. ¿Qué será de la libertad, del pluralismo y de la
credibilidad de la información de aquí al año 2030? La respuesta a esta
pregunta es lo que hoy está en juego”, añade.
Existe una clara correlación
entre la represión de la libertad de prensa registrada durante la crisis del
coronavirus y el lugar que ocupan los países en la Clasificación Mundial
de la Libertad de Prensa. China (177º) e Irán (173º,
-3), epicentros de la pandemia, establecieron dispositivos de censura masivos.
En Irak (162º,
-6) el gobierno suspendió la licencia de trabajo de la agencia de noticias Reuters durante
tres meses, horas después de que esta publicase una nota que cuestionaba las
cifras
oficiales de casos de Covid-19. En Hungría (89º,-2)
el primer ministro, Viktor Orbán, hizo que se aprobara una ley relativa al
coronavirus que sanciona la difusión de noticias falsas con penas de hasta
cinco años de prisión, una forma de coacción completamente desmesurada.
“Los gobiernos autoritarios
ven en la crisis sanitaria la oportunidad de aplicar la famosa ‘doctrina del
shock’: aprovechar la interrupción de la vida política, la
consternación de la población y el debilitamiento de los movimientos sociales,
para imponer medidas que sería imposible adoptar en condiciones normales”,
denuncia Christophe Deloire. “Para que esta década decisiva no sea
catastrófica, la gente de bien, sea quien sea y se encuentre donde se
encuentre, tiene que movilizarse para que el periodismo pueda cumplir la
función esencial de ser un ‘testigo solvente’ para las sociedades, por lo que
debe contar con todas sus capacidades”, agrega.
Grandes movimientos en la
Clasificación 2020
· En 2020 Noruega conserva, por cuarto
año consecutivo, el primer lugar de la Clasificación, mientras que Finlandia se
mantiene en la segunda posición. Dinamarca (3º, +2) se sitúa
ahora en el tercer lugar, ya que Suecia (4º, -1) y los Países
Bajos (5º, -1) sufren un descenso por el aumento de los
casos de acoso a periodistas en internet.
· En el otro extremo de la Clasificación hay pocos
cambios. Corea del Norte (180º, -1) desciende a la última
posición y ocupa el lugar de Turkmenistán, mientras que Eritrea (178º)
sigue siendo el país peor calificado del continente africano.
· Tras la alternancia política, Malasia (101º)
y Maldivas (79º)
registran los mayores avances de la Clasificación: escalan 22 y 19 puestos,
respectivamente, mientras que Sudán (159º) sube 16
posiciones tras la caída de Omar al Bashir.
· Entre los países que experimentan las mayores
caídas en la edición 2020 se encuentra Haití, que baja 21 lugares y ahora
se sitúa en la posición 83 debido a las agresiones que han sufrido los
periodistas en las violentas manifestaciones que sacuden al país desde hace dos
años. Las otras dos mayores caídas se observan en África, en dos países donde
se han incrementado las violaciones a la libertad de prensa: Comoras (75º,
-19) y Benín (113º, -17).
La Clasificación, región por
región
· Europa sigue siendo el continente mejor clasificado en
cuestión de libertad de prensa, a pesar de las políticas represivas de algunos
países de la Unión Europea y los Balcanes.
- En segundo
lugar se encuentra América, pese a que Estados
Unidos y Brasil, los dos pesos pesados
de la región, se han convertido en dos verdaderos antimodelos.
- En África, que se ubica en
la tercera posición, se registraron importantes retrocesos por el aumento
de las prolongadas detenciones arbitrarias de periodistas y por los
ataques que estos sufren en internet.
- Este año, la región que experimenta un mayor
deterioro es la de Asia y el Pacífico (+1,7%). Australia (26º,
-5) desciende en la Clasificación debido a que el secreto de las fuentes y
el periodismo de investigación están en peligro en este país, que antes
era un modelo en la zona. Otros dos países también han contribuido al
descenso de la puntuación de esta región son Singapur (158º),
que pierde siete posiciones por su orwelliana ley contra las noticias
falsas y entra en la zona negra de la Clasificación, y Hong Kong (80º),
que también pierde siete lugares por las agresiones a periodistas durante
las manifestaciones pro democracia.
- Tampoco es
una sorpresa que la región de Europa del Este-Asia Central conserve,
como cada año, el penúltimo lugar, mientras que Oriente
Medio-África del Norte sigue siendo la región donde
resulta más peligroso para los periodistas ejercer su profesión. Las
autoridades de Argelia (146º, -5) han detenido
al corresponsal de RSF, lo que muestra una vez más cómo ciertos países
aprovechan la epidemia provocada por el Covid-19 para ajustar cuentas con
el periodismo independiente.
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