Es una iniciativa para estudiantes y graduados de Agronomía, que aplican y pueden ser seleccionados, sin importar su nivel de inglés, para trabajar en campos agrícolas, invernaderos, horticultura, laboratorios o hasta viñedos. A diferencia de lo que pasa en Argentina, donde el vínculo de extensión con los productores agropecuarios lo sostienen instituciones como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en Estados Unidos se da a través de las universidades.
Es en ese marco que hace 73 años nacía el MAST
International, un programa de la Universidad de Minnesota por el que unos 300 jóvenes de todo el mundo llegan al país del norte cada año a
vivir experiencias tanto en lo laboral como en lo académico, instalándose en campos de productores de diferentes actividades.
Se
trata de una iniciativa para la que puede aplicar
cualquier persona de entre 18 y 32 años que esté estudiando o ya se haya
graduado de la carrera de Agronomía en cualquier parte del Planeta,
aunque la preferencia está en los aspirantes de entre 19 y 29 años a la hora de
ser seleccionados.
El
prodecimiento es el siguiente: aplican; la
Universidad los selecciona; pagan un fee de entrenamiento
que va desde los
LOS
DETALLES DEL PROGRAMA
Desde el hall de uno de los muchos edificios de la
Universidad de Minnesota, David Pratt, gerente del programa, detalló a Infocampo los puntos clave de esta iniciativa de la
que ya participaron muchos argentinos.
Por
un lado, remarcó que si bien se pone en marcha desde ese Estado norteamericano,
las conexiones de la Universidad permiten que los seleccionados vayan a trabajar a establecimientos productivos de muchas otras partes
del país y pueden hacerlo en lapsos que van desde los tres meses a más de un
año, porque tienen la posibilidad de pasar otros seis meses
estudiando en la Universidad (opción que eligen unos 100 de los 300 promedio
que llegan cada año).
¿Cómo funciona el sistema para reclutar a esos
aspirantes? A través de
“socios” o aliados de otras universidades en todo el mundo. “Por muchas
razones, el MAST tuvo muchos argentinos, aunque ahora se había perdido el
contacto”, relata Pratt.
Sin
embargo, desde este año eso cambió, porque un grupo de ingenieros agrónomos
docentes de universidades argentinas que –como Infocampo–
participaron del SpeedAgro USA Tour 2022, ahora acercan a sus alumnos esta
oportunidad: Marcelo de la Vega (Universidad Nacional de Tucumán), Eduardo
Cortés (Universidad del Litoral – Esperanza, Santa Fe), Cristina Palacio
(Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires- UNNOBA),
Julián Oliva (Universidad Católica de Córdoba), Diego Álvarez (Universidad de
Buenos Aires- FAUBA) y Guillermo Grasso (Universidad Nacional de Córdoba).
Pratt aclara que no se trata solo de trabajar en la
producción estadounidense sino de una experiencia más completa que les permite
conocer la cultura de ese país, estudiar, viajar y “tener un gran momento del
que podrán hablarle a sus nietos”.
IDIOMA
Y ESTUDIOS
Para eso, ¿es estrictamente necesario saber hablar
inglés? No, pero admite que “si contás con la posibilidad de entender, habrá
grandes chances de que esa experiencia sea mucho mejor”.
Aún con ese dato, lo cierto es que no se hace ningún testeo específico sobre el nivel de inglés,
aunque -sin ser excluyente- intentan seleccionar a quienes puedan tener algún
tipo de diálogo. “No es importante que pronuncie bien, pero sí que entienda
algo de lo que le dicen”, reafirma.
Un punto que el responsable de la iniciativa marcó con
énfasis es que no se trata de un programa pensado para “los mejores” en
términos académicos, sino para quienes estén preparados para adaptarse y vivir
una experiencia todoterreno. La clave es que cada aspirante pueda poner
en sus aplicaciones qué prefiere hacer o en qué es mejor, cuáles son sus
gustos, si le agrada trabajar con animales o en laboratorios, por
ejemplo. Porque es un dato que no sirve únicamente para que los encargados del
programa puedan conectarlo con el productor que crean conveniente, sino también para que el propio productor que los recibiría en su casa (“host”) -que
es quien tiene la última palabra tras la sugerencia de la universidad- pueda
hacerlo en base a esa información detallada sobre sus gustos y aspiraciones.
Estudiar es opcional y, en promedio, lo elige un
tercio de los participantes del MAST. Son seis meses y
funciona a modo de complemento de la formación práctica que obtuvieron hasta el
momento. Se desarrolla en la propia Universidad de Minnesota y
te permite asistir a conferencias, participar del trabajo en laboratorios,
interactuar con profesores y estudiantes distinguidos de EEUU y otras partes
del mundo.
UN
ARGENTINO EN DAKOTA DEL NORTE
Alfredo Ferzzola, que hoy es director comercial de SpeedAgro, fue uno de esos estudiantes que,
a la mitad de la carrera que cursaba en la Universidad Nacional de La Plata,
aplicó al MAST y vivió una experiencia que califica como inolvidable.
Su
destino fue Dakota del Norte, más específicamente el campo de Shane Eidness, un farmer que en ese entonces trabajaba con su padre pero hoy lidera el
establecimiento de la familia, y lo recibió por segunda vez ya
como visitante, después de haber trabajado ahí en el 2001.
Pratt, que en ese entonces ya era uno de los
reclutadores y articulaba entre estudiantes y hosts para poner en marcha las
prácticas, recuerda que los gustos y preferencias de Alfredo
fueron claves para que él decidiera proponerle esa posibilidad al padre de
Shane en ese entonces.
Así
fue que el argentino de 21 años llegaba a Brocket para vivir una realidad productiva bien diferente a la que conocía en Argentina (allí
la mitad del año nieva, por lo que trabajan en reparaciones y se preparan para
una campaña corta que implica agilidad y rapidez para producir todo lo
posible).
En el campo de su familia, Shane recibe desde
entonces cada año a un joven de otra parte del mundo. Y aunque en 2022 trabajó
con él un joven de 19 años que llegó desde Sudáfrica, y pasó por muchas
nacionalidades, guarda un gran recuerdo
de su experiencia con un argentino.
“Respeto
a la familia, al país y actitud para trabajar cada día”, esos son los
requisitos que exige a sus pasantes, aún por delante de un buen manejo del
inglés o experiencia en el trabajo de campo: “Lo que más valoro es que me digan
que les gusta trabajar, porque desde su llegada lo haremos a la par y estaremos
muy felices de recibirlos en familia”.
Desde el mismo galpón en el que arreglaban la
maquinaria en épocas de mucha nieve y desde donde se enteraba, por ejemplo, de
momentos históricos como el atentado a las Torres Gemelas, Alfredo recuerda
todo lo que aprendió de aquella experiencia y la relata ante unos 20 ingenieros
agrónomos referentes de Argentina, entre los que están los nuevos “socios” que
acercarán el MAST International a jóvenes de diferentes universidades del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario