Aunque la luz del sol
se ve amarilla o blanca, está formada por una combinación de todos los colores
del espectro. Entonces, si tomamos luz del sol y la separamos, nos encontramos
con los colores del arcoíris.
Rojo, naranja, amarillo, verde,
azul... son solo algunos de los colores que
conforman los arcoíris. Cuando el sol ilumina el cielo después
de llover, ¿de dónde salen los colores del arcoíris?
Siempre nos hemos maravillado con su belleza y quizás nos hemos
hecho esta pregunta o alguna parecida. Nos sorprende la aparición de los
colores dibujados en el aire, sobre un cielo azul o gris, iluminado por un sol
amarillo.
Estos colores son los colores de la luz del sol. Aunque la luz del sol se ve amarilla o blanca, está formada por una combinación de todos los colores del espectro. El sol produce luz de todos los colores. Cuando juntamos luz de todos los colores, sorprendentemente se ve blanca (como sucede en el experimento del disco de Newton).
Pero más sorprendente aún es lo contrario: si tomamos luz del sol y la separamos, nos encontramos con los colores del arcoíris. Las fuentes de luz más frecuentemente utilizadas, como los bombillos (sin incluir los bombillos de colores), el sol, las velas, entre otras, contienen todos los colores y por eso se ven blancas; algunas más amarillosas o azulosas, pero principalmente blancas. Con estas fuentes podemos hacer arcoíris.
Una manera de conseguir hacer un arcoíris artificial es con un prisma de vidrio. La luz al pasar a través de él se separa en sus colores. En el cielo las gotas actúan como pequeños prismas y cuando la luz del sol las ilumina de la manera adecuada, la luz se separa en sus colores formando un arcoíris. Por esto, solo podemos ver los arcoíris cuando llueve fuerte o hay una pequeña llovizna.
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