Ahora que la mamografía suena
como un servicio 'prescindible' en la cartera sanitaria, los responsables del
ramo deberían echarle un vistazo al último número de la revista 'The Journal of Medical Screening'. Un
panel de expertos europeos reitera que esta prueba salva vidas.
Periódicamente se publican estudios que cuestionan los
beneficios de este test -diseñado para detectar precozmente
el cáncer de mama-, alegando que se sobrediagnostican demasiados
tumores benignos que, de otra manera, nunca hubiesen
progresado hacia un cáncer agresivo.
Sin embargo, pese a que este sobrediagnostico es una realidad, este
último análisis europeo subraya que los beneficios de la
prueba (en forma de vidas salvadas) superan a sus posibles
riesgos.
Dos grupos (Euroscreen y Eunice), que han analizado los programas de
mamografía de decenas de países europeos en la última década, subrayan que las
muertes que se evitan gracias a un programa bianual a mujeres de 50 a
69 años duplica los posibles casos sobrediagnosticados.
Los autores calculan que por cada 1.000 mujeres
evaluadas, 170 tendrán que volver a ser llamadas para confirmar alguna anomalía
apreciada en la primera mamografía. A ellas, suman otras 30 que tendrán
que someterse a una biopsia para poder descartar que lo
que se ve en la mamografía es un cáncer.
A juicio de los especialistas, lo importante es que las
mujeres (pero también las autoridades sanitarias) conozcan toda esta
información antes de someterse a esta prueba, cuya
implantación, añaden, tiene importantes beneficios a largo plazo
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