SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 23 de agosto de 2023

Leyenda del Hornero, AVE NACIONAL ARGENTINA-

 

La leyenda del hornero es una de las historias populares mas hermosas de la cultura argentina, pero realmente antes que existieran estas naciones ya se relataba gracias a los guaraníes. Ambos países comparten la misma admiración por esta ave tan peculiar, de hábitos únicos y con un porte galante tan único.



El hornero es el Ave Nacional Argentina y se llama así debido a que su nido posee la forma de un horno de barro. La pareja de horneros se mantiene unida toda la vida, construye su nido en cercanía de los hombres y nos deleita con su particular canto a dúo. En las provincias de Tucumán y Entre Ríos se lo suele llamar «casero», en Santiago del Estero y Catamarca, «caserito» y en Corrientes, «alonsito». Otro nombre es hornillero o en quechua se le dice thuruchaki.

La leyenda del hornero es de origen guaraní y cuenta la historia de Jahé, único hijo de un indio anciano, quien un día, mientras se encontraba cazando un carpincho, decidió tirarse a descansar a las orillas del río.



De repente, escuchó ruido en el agua y, creyendo que se trataba de un animal, corrió a observar y se encontró con una hermosa joven que salía del agua. Jahé se enamoró perdidamente de ella y quiso pedir su mano.

Sin embargo, había otros pretendientes por lo que el cacique decidió que los jóvenes pasarían por una serie de pruebas y el ganador recibiría a la bella joven como esposa. Una de estas pruebas, consistía en envolver a los pretendientes en cueros de animales mojados, atarlos y dejarlos al sol. A medida que los cueros se secaban y contraían, apretaban a los jóvenes ya hostigados por el hambre y la sed.




 

Finalmente, quedaron dos pretendientes: Aguará y Jahé. Aguará se dio por vencido y pidió que lo sacaran, mientras que el valiente Jahé fue en ese momento olvidado y permaneció, sostenido por su amor, a la espera de ser declarado vencedor. Cuando volvieron a buscarlo, vieron que del cuero enrollado salía un ave pequeña que se posó en una rama y luego huyó a la selva. La hermosa joven, que también lo amaba, lo esperaba allí convertida en el mismo ave. Desde entonces, son compañeros inseparables y trabajan juntos para construir su hogar de paja y barro. Un ave que hizo su nido con ayuda de paja y barro, y el cual no debe destruirse porque este hecho acarrea una tormenta.

 

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