La primavera de 1832 fue aterradora en Francia, como lo será
esta en Europa con el nuevo coronavirus, y sacudió los cimientos del Imperio.
El cólera, cuya primera aparición había sido en la India en 1817, se extendió
hacia el Oeste y llegó a Europa, alcanzando París en marzo de 1832. El
Hotel-Dieu comenzó a recibir un sinnúmero de pacientes sin que nada se pudiera
hacer, y se morían a los dos días. La epidemia duró hasta septiembre, hubo
100.000 muertos y sólo en París cayeron 18.000, a pesar de las medidas que
hemos visto se habían adoptado para prevenirla con poco éxito.
Ante
el avance del mal San Martín y su hija abandonaron París y se instalaron en
Montmorency, en las afueras de la ciudad. Su carta a O´Higgins es bien clara
sobre lo que vivieron: "El cólera nos invadió a fines de marzo y mi hija
fue atacada del modo más terrible. Yo caí enfermo de la misma epidemia tres
días después; figúrese Ud. cual sería nuestra situación, no teniendo por toda
compañía más que una criada; afortunadamente, el día antes de la enfermedad de
Mercedes, el hijo mayor de nuestro amigo, el difunto general Balcarce, había
llegado de Londres (se hallaba en nuestra compañía y para en nuestra casita de
campo, en que estábamos a dos leguas y media de París) y éste fue nuestro
redentor y sin sus esmeros cuidadosos hubiéramos sucumbido.
Mercedes se repuso al mes, pero yo, atacado al principio de la convalecencia
de una enfermedad gástrica-intestinal, me ha tenido al borde del sepulcro y que
me ha hecho sufrir innumerables padecimientos por el espacio de siete meses; en
fin, los baños minerales de Aix, en la Saboya, que fui a tomar en setiembre
pasado, me han repuesto y aliviado un tanto".
an Martín con su hija y Balcarce regresaron a París en junio.
Según el erudito trabajo de Armando Rubén Puente sobre el marqués de Aguado,
"se le presentó un vómito violento acompañado de dolores convulsivos en el
vientre, gran diarrea, mucha sed y frío". En otra carta a O´Higgins agrega
que Aguado, "el más rico propietario de Francia que sirvió conmigo en el
mismo regimiento en España", le debía "no haber muerto en un hospital
a causa de mi penosa y larga enfermedad".
Vayan
estos datos que no se comentan con demasiado detalle de las epidemias que
sufrió y superó San Martin en tiempos de menores recursos terapéuticos. La
Gaceta Mercantil en esos meses no fue ajena en sus noticias al mal que aquejaba
a Francia y en la edición del 15 de octubre de 1832 dio a conocer una
"Relación del cólera espasmódico según apareció en las Indias Británicas,
sacada de los mejores autores, por M. Morrison, Médico, miembro de la Sociedad
de Medicina y Cirugía de Maryland, E.U, y licenciado en Medicina y Cirugía por
el Tribunal de Medicina de Buenos Aires", lo que nos permite conocer
además el nombre de un interesante profesional que ejerció su profesión en
nuestra ciudad.
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