SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 21 de mayo de 2023

¿Qué es la MICROBIOTA INTESTINAL? ¿ porque es importante cuidarla?

 

El nombre técnicamente correcto para referirnos a la flora en general es ‘microbiota‘, un término que se refiere exactamente a todas las comunidades de bacterias que habitan en un determinado lugar. Se ha hablado de microflora intestinal y de flora intestinal, pero no es una denominación científicamente correcta.

 Sería más riguroso hablar en todo momento de ‘microbiota‘ en lugar de recurrir al término ‘flora intestinal’, que es más conocido e incluso utilizado por algunos médicos para entenderse con sus pacientes.



Si queremos mejorar nuestra salud debemos trabajar y reforzar la calidad de nuestra “microbiota intestinal”, que es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestros intestinos. Se calcula que suponen alrededor de dos kilos de nuestro peso y, que son fundamentales, no sólo por sus funciones en el intestino, sino por todas las labores que desarrollan en nuestro organismo.



Cada vez más personas sufren de obesidad, de diabetes, de accidentes cardiovasculares, de enfermedades autoinmunitarias, de ansiedad o de depresión, por ejemplo. Cada vez hay más personas desesperadas por largas y pesadas digestiones, malviviendo con acidez, reflujo, hinchazón, gases o estreñimiento, sin olvidar que cada vez es más frecuente encontrarnos a chicos con asma, alergias o dermatitis.

La opinión de los expertos:



"Todas estas patologías tienen un nexo en común: la alteración de la microbiota intestinal. Se sabe, por ejemplo, que la microbiota está muy implicada en el control del peso, en la prevención de enfermedades cardiovasculares, de la diabetes o en el cáncer. Además, destaca por su implicación en el sistema nervioso, ya que estos microorganismos son capaces de controlar nuestro comportamiento", señala a medios europeos la nutricionista Lucía Redondo, coautora de la publicación 'Alimentación Prebiótica'.

Para mejorar la microbiota, la experta apuesta por una alimentación prebiótica, tema central de su libro. "No se trata de una nueva dieta, ni de incorporar alimentos milagrosos, nuestra propuesta se basa en alejarnos lo máximo posible de la amplia oferta de productos comestibles que nos ofrece la industria y sustituirlos por alimentos de verdad, tales como las hortalizas o la fruta, así como los tubérculos, el pescado, los huevos, la carne o los frutos secos, por ejemplo", añade.

Según indica, se sabe que nuestra microbiota se forja sobre todo en los primeros años de vida, incluso antes, durante la etapa de la gestación, y en ella también influye el tipo de parto, si hubo o no lactancia materna, y cuáles fueron los primeros alimentos que se ofrecieron al bebé.

"Ese ambiente materno infantil es clave para adquirir una microbiota saludable. Una vez que somos mayores, el factor clave que más influye en su composición, aparte de la ingesta de fármacos, es la alimentación. De ahí que hablemos de alimentación prebiótica como una estrategia para alimentarnos correctamente nosotros (nuestras células), y ellos (nuestros microbios), pues son claves para mantener nuestra salud", explica Redondo.

Así, señala que una microbiota intestinal alterada puede provocar una sintomatología gastrointestinal caracterizada por flatulencias o digestiones pesadas. "Una de las funciones de la microbiota intestinal es mantener un proceso digestivo correcto", indica.

 

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