Alimentos secos como lo son la pasta, el azúcar, los copos de
avena o el té se tienen que almacenar adecuadamente y no deberían dejarse
guardados en la bolsa de la compra o apilados en el suelo, según aconseja Tabea
Dorendorf del centro de asesoramiento al consumidor del estado alemán de
Sajonia-Anhalt.
Para evitar, por ejemplo, que el té o las especias pierdan su aroma, los alimentos se deben protegerse de la luz fuerte. Es mejor colocarlos en un armario cerrado. Esto también se aplica a las bebidas en botellas de plástico.
Para evitar, por ejemplo, que el té o las especias pierdan su aroma, los alimentos se deben protegerse de la luz fuerte. Es mejor colocarlos en un armario cerrado. Esto también se aplica a las bebidas en botellas de plástico.
"Esto evitaría que el acetaldehído se disuelva
en el material y altere el sabor", explica Dorendorf.
Una vez abierto un paquete de este tipo de productos es
preferible guardar el resto en contenedores adecuados para estos alimentos. De
esa forma no atraerán plagas como polillas de la comida o roedores. Además, las
existencias deben almacenarse teniendo en cuenta que se consuma primero lo más
antiguo y comprobar periódicamente que no haya nada caducado.
Las polillas de la comida pueden reconocerse por los hilillos blancos, las denominadas telarañas, o por los envases perforados.
Las polillas de la comida pueden reconocerse por los hilillos blancos, las denominadas telarañas, o por los envases perforados.
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