El Papa
Francisco pidió este sábado 8 de mayo garantizar “el acceso universal a la
vacuna y la suspensión temporaria de derechos de propiedad intelectual” para
luchar contra la pandemia de coronavirus promoviendo el bien común asegurándose
de que la vacuna llegue también a los más vulnerables.
El Pontífice realizó este
pedido en el mensaje de video que envió a los participantes en el concierto
“Vax Live”, evento organizado para promover el acceso universal a la vacuna
contra el coronavirus.
“Reciban un cordial saludo
de este viejo, que no baila ni canta como ustedes, pero que cree junto a
ustedes que la injusticia y el mal no son invencibles”, comenzó el Papa su
mensaje.
Recordó que “el coronavirus
ha producido muertes y sufrimientos, afectando la vida de todos, especialmente
la de los más vulnerables”. Por ello, pidió “que no se olviden de los más
vulnerables”.
Lamentó
también que “la pandemia ha contribuido a empeorar las crisis sociales y
ambientales ya existentes”.
Señaló que “ante tanta
oscuridad e incertidumbre hace falta luz y esperanza. Necesitamos caminos de
sanación y salvación”.
El Pontífice se refirió “a
una sanación de raíz, que cure la causa del mal y no se quede solo en los
síntomas”.
“En esas raíces enfermas
encontramos el virus del individualismo, que no nos hace más libres ni más iguales
ni más hermanos, más bien nos convierte en indiferentes al sufrimiento de los
demás”, advirtió.
Explicó que “una variante
de este virus es el nacionalismo cerrado, que impide, por ejemplo, un
internacionalismo de las vacunas. Otra variante es cuando ponemos las leyes del
mercado o de propiedad intelectual por sobre las leyes del amor y de la salud
de la humanidad”.
“Otra variante es cuando
creemos y fomentamos una economía enferma, que permite que unos pocos muy
ricos, unos pocos muy ricos, posean más que todo el resto de la humanidad, y
que modelos de producción y consumo destruyan el planeta, nuestra ‘Casa común’”.
En
ese sentido, subrayó que “toda injusticia social, toda marginación de algunos
en la pobreza o en la miseria incide también en el ambiente”.
“Dios Creador infunde en
nuestros corazones un espíritu nuevo y generoso para abandonar nuestros
individualismos y promover el bien común”, continuó. “Un espíritu de justicia
que nos movilice para asegurar el acceso universal a la vacuna y la suspensión
temporaria de derechos de propiedad intelectual; un espíritu de comunión que
nos permita generar un modelo económico diferente, más inclusivo, justo,
sustentable”.
Insistió en que es evidente
“que estamos viviendo una crisis. La pandemia nos metió en crisis a todos, pero
no se olviden que de una crisis no salimos igual, o salimos mejores o peores”.
El Papa concluyó su mensaje
pidiendo a Dios “que nos conceda el don de una nueva fraternidad, una
solidaridad universal, que podamos reconocer el bien y la belleza que sembró en
cada uno de nosotros, para estrechar lazos de unidad, de proyectos comunes, de
esperanzas compartidas”.
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