SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 12 de mayo de 2021

INFORME 2021: Un nuevo enfoque para prevenir y tratar el VIH-SIDA.

 

Las respuestas que la medicina ha tenido hacia los pacientes de VIH han demostrado la rapidez de la innovación, la ciencia y la tecnología. En apenas 30 años, este virus pasó de ser uno mortal a una condición crónica y manejable. Asimismo, las preocupaciones alrededor del virus han cambiado rápidamente, pues los avances médicos han respondido a la enfermedad correctamente. Gracias a este progreso, las personas que viven con VIH pueden aspirar a esperanzas de vida cercanas a la población sin VIH.



En 1981, por ejemplo, la mayor preocupación del sector salud con respecto a los pacientes de VIH era evitar la muerte. Para 1996, la inquietud más importante era la seguridad y toxicidad de los antirretrovirales, sin embargo, es importante aclarar que estos cambiaron totalmente el panorama de VIH. Ya para 2007, el Sida era una enfermedad crónica y los medicamentos empezaron a ser el foco de preocupación, pues se buscaba tener pocos efectos adversos.

Ahora bien, para 2016, el mayor interés de la medicina era el envejecimiento de los pacientes, pues la tolerabilidad y los síndromes geriátricos se agudizan para estas personas. Además, la esperanza de vida de los pacientes con el virus ha crecido en todos estos años, razón por la cual más personas con VIH llegan a edades avanzadas.

Por último, la longevidad que ahora tienen los pacientes implica tener en cuenta la posibilidad de vivir con dos enfermedades crónicas a la vez, por ejemplo, diabetes o hipertensión y VIH al mismo tiempo. Entonces, la medicina ha virado la mirada hacia la búsqueda de tratamientos integrales para los pacientes, que tenga en cuenta a las personas de tercera edad o aquellas que tienen morbilidades.



Entonces, ¿qué sigue para los pacientes de VIH? ¿Cuál es la próxima gran apuesta de la medicina para atacar a este virus? ¿Es posible apuntar a una cura actualmente? Estas fueron las preguntas que se respondieron en el foro “Fortaleciendo el periodismo científico en tiempos de COVID” hecho por MSD, donde se abordó el tema del VIH durante la pandemia por coronavirus.

Un nuevo enfoque para prevenir y tratar el VIH

Tener a la innovación y el desarrollo confrontando al virus significa resolver un problema de salud pública que aqueja al mundo, pues no es de olvidar que el VIH llegó a tener un estatus de pandemia en el momento de su aparición y diseminación en los años ochenta y noventa.

El Doctor Javier Báez-Villaseñor, Director Médico de Virología para MSD, explicó durante el foro que las personas que viven con VIH requieren un manejo multidisciplinario e integral por un equipo de médicos y otros profesionales que estén comunicados y coordinados. Según el Doctor Báez, la atención a sus necesidades individualizadas es fundamental para que vivan más y mejor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró sus metas con respecto al Sida para el 2025, las cuales incluyen detectar al 95 por ciento de los pacientes a nivel mundial, tener en tratamiento a 95 por ciento de los pacientes y 95 por ciento en supresión viral (carga viral indetectable en el cuerpo humano). No es de olvidar que actualmente 38 millones de personas viven con este virus.

Igualmente, el organismo de las Naciones Unidas especializado en el VIH, ONUSIDA, anunció en noviembre de 2020 que si bien el coronavirus produjo retrasos en las metas que tenía el organismo para combatir el virus, obligó a los países a repensar las estrategias en las que se combate. Por ejemplo, recomendaron poner al paciente en el centro, especialmente a aquellos que están en riesgo y marginalizados como las mujeres jóvenes, las niñas, los adolescentes, los trabajadores sexuales o las personas transgénero.

Por último, las Naciones Unidas pidieron a los países incluir objetivos ambiciosos que hablen de la antidiscriminación hacia las personas con el virus, pues menos del 10 por ciento de los países en el mundo tienen leyes punitivas y antidiscriminatorias, que en últimas llevará a que las personas con la enfermedad la escondan y no la traten de una manera correcta. Una muestra de esto es que actualmente más de 12 millones de personas no tienen acceso a un tratamiento.

¿Es posible eliminar el VIH?

Es fundamental anotar que se conocen a cabalidad las formas de transmisión de esta enfermedad y las opciones de Profilaxis preexposición o PrEP. Esto sin mencionar la búsqueda incesante por parte de la industria farmacéutica por encontrar una solución definitiva.

Además, la prevención a través de pruebas, la circuncisión masculina, el uso de jeringas, el control del uso de drogas recreativas, el uso del condón, los programas de sangre segura y una respuesta rápida a los focos emergentes, son algunos ejemplos de acciones concretas que tienen los sistemas de salud y los países para tener una prevención del virus en la sociedad.

Ahora bien, ¿es posible eliminar el VIH? La realidad es que la eliminación de la enfermedad va más allá de tener una cura definitiva. La solución definitiva incluye cuatro pilares: diagnóstico, tratamiento, prevención e identificación y respuesta rápida. Por ejemplo, es necesario identificar a los nuevos contagiados, llevar a las personas que ya tienen el virus a una carga indetectable, incentivar el uso extensivo de condones y de PrEP.

Así pues, a raíz de la crisis por el coronavirus, una nueva generación de medicina, innovación y desarrollo está moviendo las fichas clave para poder combatir el VIH. A su misma vez, los tomadores de decisiones y la misma sociedad están articulando las respuestas científicas a través de la búsqueda de una sociedad más tolerable, menos discriminatoria y más abierta a la conversación alrededor de virus.

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