La enfermedad de Parkinson ocasiona daños progresivos en ciertas partes del cerebro y no
tiene cura. Algunos de sus síntomas incluyen temblores
involuntarios, ralentización del movimiento y pérdida del movimiento
automático, así como rigidez muscular.
El tratamiento
convencional para tratar dicha enfermedad consiste en implantar en el pecho una
batería bastante grande. Esta se conecta a unos cables que se
extienden por debajo de la piel hasta la parte superior de la cabeza.
Sin
embargo, un avance en la medicina aumenta las esperanzas de aquellos que
padecen el Parkinson. Un hospital británico se
convirtió en la primera institución del mundo que implanta un dispositivo cerebral para revertir los síntomas de la
enfermedad. Tony Howells, el primer
paciente del ensayo, diagnosticado con párkinson hace nueve
años, declaró que el efecto es
“increíble”.
Los cirujanos del Hospital Southmead de Bristol,
Inglaterra, introdujeron en el cráneo del paciente un diminuto dispositivo. Su
función es la estimulación cerebral profunda (ECP) y bloquear los patrones
anormales de activación neuronal que causa el padecimiento.
Ya
hay 25 personas seleccionadas para este ensayo clínico
de North Bristol NHS Trust, estudio que concluirá el próximo año. De resultar
exitoso, el nuevo dispositivo ECP permitirá tratar
con más facilidad a una mayor población de individuos con Parkinson.
Howells,
tras recibir el dispositivo, en noviembre pasado, comentó: “Antes de la
operación salí a dar un paseo con mi esposa, el día después de Navidad, y logré
alejarme unos
“UN AVANCE TÉCNICO MUY
SIGNIFICATIVO”
El procedimiento
quirúrgico demora tres horas aproximadamente, casi la mitad del
tiempo que requiere la inserción de la batería convencional utilizada
actualmente.
El Dr. Alan Whone, neurólogo consultor de North Bristol NHS Trust y
líder de ensayo clínico, declaró: “Estamos muy complacidos
con la facilidad del primer procedimiento. Y con la mejoría sintomática
referida durante el año de seguimiento postquirúrgico. De
persistir estos resultados, habrá un avance técnico
muy significativo en el tratamiento de la enfermedad de
Parkinson en todo el mundo”, afirmó Whone.
El nuevo sistema de estimulación cerebral profunda es mucho más
pequeño y utiliza una batería minúscula
que se implanta dentro del cráneo, donde envía impulsos eléctricos directamente
a ciertas áreas en las profundidades del cerebro. Los cirujanos introducen sondas a través del cráneo hasta alcanzar los núcleos subtalámicos (o
cuerpos de Luys), región ubicada en el centro del encéfalo y que interviene en la regulación del movimiento.
Por
su parte, el paciente Howells dijo: “Nadie entiende lo
frustrante que es hasta que lo padece. Lo más difícil de aceptar es el
deterioro que experimentas en actividades cotidianas, como atarte las agujetas
en tres o cuatro minutos, en vez de unos cuantos segundos. Cosas así afectan tu
vida como no imaginas”.
La
mayoría de los afectados desarrolla síntomas después de los
50 años, si bien alrededor de 5% de los enfermos experimenta
síntomas iniciales antes de los 40.
Howells
reveló que ha vuelto a jugar golf, y concluyó que el ECP es “la mejor manera de
devolverle la vida a una persona”.
Publicado en cooperación con Newsweek en
español
No hay comentarios:
Publicar un comentario