EL DATO HISTORICO: En el francés es donde podemos
encontrar el origen etimológico del término altruismo que nos ocupa. En
concreto, se puede determinar que emana de la palabra “altruisme”, que
significa “filantropía” y que, a su vez, procede del latín “alter”, que podía
traducirse como “el otro”.
Es más, se considera que fue el filósofo
francés Auguste Comte, padre de la Sociología y del Positivismo, quien acuñó el
término altruismo a mediados del siglo XIX. Tal es así que se considera que la
primera vez que apareció aquel vocablo fue en el libro “Catecismo” de aquel
autor, que se publicó en el año 1854.
Altruismo
es la conducta humana que
consiste en brindar una atención desinteresada al prójimo,
aún cuando dicha diligencia atente contra el bien propio. Puede
entenderse, por lo tanto, que el altruismo es lo opuesto al egoísmo (el
amor inmoderado que un sujeto siente sobre sí mismo y
que lo lleva atender desmedidamente su propio interés).
Por ejemplo: “En una muestra de altruismo, el guía decidió ceder sus
provisiones al resto de los expedicionarios”, “Si el altruismo fuera
masivo, no habría pobres en el mundo”, “Los políticos deberían mostrar
un poco de altruismo y no enriquecerse mientras el pueblo pasa hambre”.
El altruista, por lo tanto, intenta procurar el bien
ajeno, sin importarle el propio.
Este sujeto realiza
algún tipo de sacrificio personal para proporcionarle un beneficio al
prójimo. Existen diversas acepciones de la noción de altruismo, según la filosofía o
el sistema moral en cuestión. Puede decirse que el altruismo es una conducta voluntaria
que busca el beneficio de otros y que no anticipa beneficios para el propio
sujeto. Para algunos pensadores, el altruista encuentra el sentido de su vida
en algo que le es ajeno.
La biología evolutiva y la etología sostienen que el altruismo también
es un patrón de comportamiento animal,
que lleva a un ejemplar a poner en riesgo su propia vida para proteger y
beneficiar a otros miembros de su especie.
Muchos son los estudios e investigaciones que
desde hace siglos se han venido realizando acerca del altruismo. Así, algunos
de aquellos análisis han venido a determinar que el ser humano, al igual que
ciertos animales, es cuando entra realmente en la mayoría de edad cuando
experimenta ese valor de ayudar al prójimo sin tener ningún tipo de interés
personal.
Otro
de los autores que también hizo referencia al altruismo fue el filósofo
parisino Émile Littré, discípulo de Comte, que consideró aquel como una muestra
más del amor entre los seres de la especie humana.
Ciertos
estudios aseguran que, en los seres humanos, el altruismo aparece en torno al
año y medio de vida, lo que reflejaría una tendencia natural a la solidaridad.
Ciertos pensadores, en cambio, creen que las personas no son naturalmente
altruistas, sino que esta condición surge de la educación.
Esta
última opinión es la que en todo momento defendió el filósofo inglés John
Stuart Mill. Él, que también estudió y analizó temas tales como la esclavitud o
la libertad de expresión, tenía claro que el ser humano no nace altruista, sino
que esa cualidad la hace formar parte de su personalidad en el momento que es
educado para ello.
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