Universidad de Burgos, España
De vez en cuanto
encuentras un libro en cuyas páginas debes detenerte con frecuencia para
asimilar el impacto emocional que recibes consecuente a la información
ofrecida. En sus más de cuatrocientas páginas, Peter C. Gøtzsche ofrece una
avalancha de pruebas contra la industria farmacéutica, puesta en solfa de
principio a fin.
El
autor va narrando cómo desde joven fue ocupando distintos puestos de
responsabilidad en la industria del medicamento: fue profesor de biología,
visitador, trabajó en marketing, supervisor de los ensayos clínicos, estudió
medicina, catedrático de diseño y análisis de investigaciones clínicas, etc. A
buen seguro, esta amplia visión “desde dentro” le ha facilitado trazar esta
contundente obra y añadir un capítulo final con diferentes soluciones.
El libro disfruta de tres prólogos y contiene un subtítulo aclaratorio (por si aún no estuviera claro): Cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud. Estos detalles iniciales, el subtitulo aclaratorio y los tres prólogos nos ponen en la pista de las maneras de su autor, Gøtzsche, puntilloso, detallista e insistente metódico procedente de Dinamarca, el país menos corrupto del mundo.
Una obra que a fin de cuentas nos explica por qué en los países ricos las
enfermedades causadas por medicamentos son la tercera causa de muerte, detrás
del infarto y el cáncer. Para el lector vinculado a lo “psi” será de especial
interés a partir de la página 285, en que empieza el capítulo titulado “La
psiquiatría, el paraíso de la industria farmacéutica”.
Las
bondades de los medicamentos se ven ensombrecidas por incontables
investigaciones realizadas y nos ponen en la pista de que no se trata de una
mala praxis puntual llevada a cabo por un puñado de ovejas descarriadas y
aquiescentes que podríamos encontrar en cualquier profesión; más bien se trata
de un sistema donde parece ser que, en el fondo, importan poco las personas y
mucho los resultados económicos. La respuesta de las farmacéuticas siempre es
la misma: una manzana podrida no estropea el resto, pero leyendo este libro
llegas a pensar que es el cesto el que está podrido. A mi modo de ver estamos
ante otra especie de burbuja que todavía no acaba de estallar.
“Nuestro
sistema de salud no selecciona medicamentos según su eficacia,
efectos indeseados, comodidad y precio. Es un comprador bobo de humo a precio
de oro en el mercado global de las tecnologías. Las encuestas indican que tanto
los médicos como sus colegas universitarios, investigadores, gestores y
directivos no tienen mayoritariamente conciencia del sufrimiento que ocasionan
y de los recursos que despilfarran” (Laporte, 2014). Todos pensamos que con la
crisis ya no gastamos tanto en medicamentos, pero la realidad es que,
actualmente, sigue creciendo el gasto descontroladamente. España es uno de los
países de la Unión Europea con un porcentaje más alto de gasto farmacéutico,
pese a la dramática situación de pobreza que estamos viviendo. En fin, otra
perla más.
Recientemente
impartí un taller a psicólogos de diferentes universidades y no pocos, ante mi
sorpresa, sostenían con inusitada vehemencia que el origen de la mayoría de las
enfermedades mentales es biológica. Por mi parte, aduje que el desequilibrio
químico no las explica suficientemente ni hay marcadores biológicos claros para
ninguna de ellas. Así que, entre otras cosas, les recomendé leer este libro que
profundiza en la cuestión dilucidándola de forma nítida y contundente.
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