Andando Roma te sentirás como si estuvieras dentro de un cuento
de hadas, con toda probabilidad te encontrarás frente a la maravillosa y
antigua reloj de agua de Villa Borghese. Una joya
del siglo XIX que, a primera vista, parece un reloj cualquiera. Pero en
realidad funciona gracias al flujo de agua, colocándose como una pequeña obra
maestra de ingeniería. Así como uno real unicum en
Italia.
Todo lo que debes saber sobre el reloj de agua
de Villa Borghese
Situado sobre rocas, dentro de un
pequeño lago, el reloj de agua de Villa Borghese (o reloj Pincio) fue diseñado
y construido por Juan Bautista Embraco. Fraile
dominico de Liguria apasionado por la relojería y la ingeniería, Embriaco
colaboró con el arquitecto suizo Joachim Ersoch, quien se encargó de
crear el entorno adecuado que rodea el reloj.
Fue su sinergia lo que creó este
rincón del parque. Un lugar capaz de transmitir una atmósfera única y
encantada, y de transportarnos a un tiempo indefinido. Aunque hecho en 1867, el antiguo reloj fue colocado dentro del
parque romano recién en 1873. Embriaco tuvo de hecho que luchar contra las
instituciones católicas, que no veían con buenos ojos los nuevos avances
científicos.
Y pensar que unos años antes (en
1870), en la Exposición Universal de París, el fantástico hidroreloj cosechó
incluso los elogios de Napoleón III.
Rodeado
de palmeras, el antiguo reloj de agua está casi escondido y es difícil de notar.
Sin embargo, llama la atención el agua que actúa como motor para el
funcionamiento del mecanismo. Considerado uno de los mayores tesoros de Villa
Borghese, en realidad no es el único “secreto” que guarda el parque. En
realidad son diferentes puntos de
interes que se puede visitar por dentro, desde la Galería
Borghese con las obras de Rafael, Tiziano y Canova, hasta Globe Theatre, un teatro que repetidamente alberga
espectáculos fantásticos.
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