La carne de conejo es una carne muy apreciada por sus propiedades nutricionales y
organolépticas (sabor, aroma y textura). Se considera una
carne magra o "blanca", no ya por su menor cantidad de mioglobina
(proteína que da color a la carne), sino más bien por la cantidad y la calidad
de su grasa.
·
Energía. Es una carne baja en calorías.
Sólo aporta unas 130 kcal por cada 100 g.
·
Agua. El agua es su componente
mayoritario y constituye un 72% de la misma. Este contenido en agua
varía dependiendo de la raza y del tipo de alimentación que haya tenido el
animal.
·
Hidratos de carbono. La carne de conejo apenas
aporta hidratos de carbono.
·
Proteínas. Sin duda alguna, es su componente más
destacable, desde un punto de vista nutricional. La carne de conejo
aporta proteínas de alto valor biológico, que contienen todos los
aminoácidos esenciales que el organismo necesita en los distintos períodos de
la vida. Su contenido oscila entre 18 y 20 g de proteínas por cada 100 g de
carne. Además, es una carne fácilmente digerible y muy tierna, debido a su bajo
contenido en colágeno. Su contenido en ácido úrico y purinas es menor que el de
otras carnes, como la de cerdo, vacuno, pavo o la de liebre, con las que a
veces se compara. Por esta razón, la carne de conejo es muy recomendable para
aquellas personas que tienen propensión a padecer de hiperuricemia y/o gota,
debido a su menor contenido en ácido úrico y purinas.
·
Grasa. Se trata de una carne magra, con bajo
contenido en grasa (no más de un 5%) y en colesterol. Su
perfil lipídico es bastante equilibrado, con una menor proporción de grasas
saturadas en comparación con otros tipos de carnes, por lo que se recomienda en
dietas de prevención de la obesidad y enfermedades cardiovasculares. No
obstante, su contenido graso puede variar en función de la especie, raza, edad,
sexo o tipo de pieza a consumir y de la alimentación que haya tenido el animal.
·
Vitaminas. Destaca su riqueza en
vitaminas del grupo B, como la vitamina B12, la niacina (B3) y piridoxina
(vitamina B6), y en vitamina E, con propiedades antioxidantes, protegiendo a
las células del envejecimiento.
·
Minerales. Aporta importantes cantidades
de hierro, cinc y magnesio, y tiene un bajo contenido en sodio. Su hierro,
en forma hemo, es fácilmente asimilable por el organismo. Su bajo aporte en
sodio la hace más adecuada para personas con problemas de hipertensión.
La carne de conejo:
La
carne de conejo es un alimento
de gran versatilidad gastronómica y, por lo tanto, admite
una amplia variedad de preparaciones culinarias. Se puede preparar asado, al
horno, a la plancha, salteado, rehogado con verduras, estofado, cocido,
marinado, guisado, confitado, frito... y bien puede participar como entrante o
como parte integrante del plato principal, sólo o acompañado de guarnición.
Casa a la perfección con multitud de hierbas aromáticas (laurel, perejil,
tomillo, romero, eneldo, etc.) que, a su vez, potencian sus cualidades
organolépticas, con frutos secos, setas, verduras, arroz, legumbres, etc.
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