China tiene una escasez general de basura, que produce una falta de residuos para alimentar sus miles de plantas de incineración, las cuales operan por debajo de su capacidad debido a una combinación de factores.
Estos factores incluyen la caída en el
consumo de productos de un solo uso, la gestión más eficiente de los residuos
domésticos y, sobre todo, la prohibición de importar basura de otros países a
partir de 2018. Esta política, destinada a proteger el medio ambiente y la
salud pública, redujo drásticamente el suministro de desechos extranjeros que
solían alimentar la industria energética del país.
Razones de la escasez de residuos
para la generación de energía:
China fue el
"basurero del mundo" procesando millones de toneladas de residuos
extranjeros. Sin embargo, la prohibición de importar desechos,
especialmente los contaminados, detuvo este suministro, obligando al país a
depender más de sus propios residuos.
Gestión más
eficiente de residuos: La población china ha adoptado cambios en su comportamiento, reduciendo
el consumo de productos de un solo uso.
Reducción
de la población: La caída demográfica en China también contribuye a la disminución en la
generación de residuos.
Crecimiento de la capacidad de incineración: Paralelamente, China ha estado
aumentando la capacidad de sus plantas de incineración de residuos,
duplicándola en los últimos años.
Muchas de las
miles de plantas de incineración en China están operando muy por debajo de su
capacidad y algunas incluso han tenido que cerrar por falta de combustible,
según el medio www.noticiaslagaceta.com.
Las plantas se ven en la necesidad de buscar otras opciones, como
vertederos o residuos industriales, para mantener la producción de energía.


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