SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



lunes, 19 de febrero de 2024

SEPAMOS MAS de la flor ESPUELA de CABALLERO.

 

El nombre científico de la familia de la espuela de caballero, Delphinium, se remonta a la historia: se usó por primera vez como el nombre de una especie en el siglo primero de la era cristiana en un libro escrito por el médico y botánico griego Pedanios. Quizás se consideró que el capullo se parecía un poco a un delfín. Desde entonces la familia de la planta se ha vinculado con caballeros en muchos idiomas.



El nombre probablemente se origina en el espolón de la flor, que se parecía a las espuelas que los caballeros usaban cuando montaban en sus caballos en esa época. Del gran número de variedades de espuela de caballero que son populares como plantas ornamentales, muchas tomaron su nombre de las historias del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda.



El área de distribución de esta especie incluye una parte sorprendentemente grande del hemisferio norte, y solamente en África algunas especies se han propagado hacia el lado sur de la línea ecuatorial. En Europa crecen 30 especies, de las cuales solo la espuela de caballero crece en Finlandia.



El área natural de su distribución comienza en la región de Aunus del este de Karelia y cubre la Rusia europea y los bosques de hoja ancha y praderas húmedas de Siberia, al igual que cadenas montañosas altas de Europa central. Es muy diversa y sus diferentes áreas de distribución se pueden definir por el número de subespecies y variaciones. En Finlandia la especie generalmente se cultiva en jardines, y se puede encontrar especialmente cerca de antiguos jardines rurales como sobreviviente, especialmente en el norte.



 Como las antiguas variedades autóctonas son formas naturales toscas o apenas refinadas, pueden sobrevivir durante mucho tiempo sin ningún cuidado y atención. La mayoría de las espuelas de caballero que crecen actualmente como plantas ornamentales son híbridos, y su progenie es el producto del cultivo. Pertenecen a la élite perenne, pero también son demasiado exigentes con respecto al hábitat y el cuidado para sobrevivir en la naturaleza finlandesa.

 

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