Desde una de
las firmas que participaron de EnBio señalaron el crecimiento del interés por
parte de los productores a la hora de abastecerse de insumos biológicos, pero
advirtieron que es un desafío en lo que se refiere a la logística. El desarrollo de la producción en
serie de insumos biológicos para el agro
también puede nacer en suelos completamente inhóspitos.
Es el caso de Puna Bio, una compañía que hace bandera a
partir de la extracción de “extremófilos” en la Puna
argentina.
“Provenimos desde
los desiertos más altos y secos del planeta, entre Argentina, Chile y Bolivia,
donde una de mis cofundadoras pasó 25 años estudiando estos ecosistemas y los
extremófilos, que son bacterias que viven y sobreviven a esas condiciones de
sequía, salinidad, estrés térmico y ayudan a los cultivos a crecer en esas
condiciones”, definió Franco Martínez Levis, CEO de la empresa Puna Bio.
Esta compañía fue una de las que
estuvo presentando sus importantes innovaciones durante el último Encuentro
Nacional de Producción con Biológicos (EnBio) que se
realizó en Victora, Entre Ríos.
A partir del trabajo de la científica María Eugenia Farías, Puna Bio desarrolla productos para el agro en su
laboratorio de las afueras de San Miguel de Tucumán. Por el momento apuesta a Kunza Soja, pensado
para la nutrición de cultivos y la disminución del estrés de las plantas. “Es
un doble mecanismo de acción”, comentó Martínez Levis.
Pero también con Kanzama, pensado para trigo y cebada. “Lo lanzamos este
año y es un fijador libre de nitrógeno. Nuestra bacteria mide 20% más de nitrógeno fija, así que tenemos un componente muy fuerte en eso y
a su vez una doble acción con solubilización de fósforo. Kanzama sí está mucho
más enfocado en la nutrición”, comentó.
HACER UNA EMPRESA CON BIOLÓGICOS
Si bien el desarrollo de Farías como científica se había extendido a lo
largo de dos décadas, un
“matcheo” empresarial fue el punto necesario para la puesta en funcionamiento de Puna Bio como firma
desarrolladora de agroinsumos.
“Participamos de
un programa de aceleración que es de Argentina, pero ya tiene también empresas
de otros países que lo que hacen es buscar científicos con soluciones
innovadoras y que tengan potencial impacto, y a la vez a emprendedores de
negocio o gente que pueda llevar a cabo proyectos. Surgió de ahí es una
especie de Tinder que junta a 10 proyectos de científicos con 10 emprendedores”,
recordó.
Luego de unos primeros ensayos la flamante Puna Bio fue convocada a mostrar su caso en Silicon Valley, Estados Unidos. Allí tomaron contacto con un
patrocinador de escala global en materia de biotecnología.
“Avanzamos durante todo un año y pudimos levantar una ronda de inversión
que trajimos a Argentina, y por ejemplo inauguramos el edificio que ustedes también visitaron en las afueras
Tucumán, un laboratorio de primera generación en tres pisos con invernaderos, con todo el equipamiento disponible. Realmente
estamos haciendo ciencia de frontera en biología molecular”, aseguró el
empresario.
Por estos días Puna Bio busca seguir
con su camino en la Argentina, pero también consolidar sus primeros pasos en
Paraguay y dar el salto a Estados Unidos y Brasil. “Estamos
trabajando en más de 400.000 hectáreas”, aseguró.
EL BOLSILLO DEL PRODUCTOR
Para Martínez Levis el año que pasó no fue algo sencillo de resolver
para las empresas. Los productores analizaron al detalle sus inversiones.
“Fue complicado
desde los márgenes, obviamente desde el canal también está muy apretado. Entonces, a veces quizás tenés al productor, pero
el canal no tiene espacio para para poder tomar posiciones”, planteó.
Sin embargo, aseguró que Puna Bio logró crecimientos a pesar de la
situación. “A veces contra la marea tuvimos crecimiento. En algunos segmentos,
hasta duplicamos. En un rango de 2 años crecimos 10 veces, pero estaría
buenísimo que distintos vientos nos acompañen, ¿no? En lo económico, lo regulatorio, lo
gubernamental. Todos sabemos
las condiciones a las que se enfrenta cualquier productor y distribuidor de
Argentina”, comentó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario