La contaminación por plástico se ha convertido en pocas décadas en uno de los problemas medioambientales más importantes del planeta. Desde 1950 se han fabricado alrededor de 8.300 millones de toneladas de este material, pero tan solo un 9% (según un publicado en Science Advances) se ha reciclado. El resto ha terminado o bien incinerado o, en la mayoría de los casos, abandonado.
Una plataforma ciudadana, organizada alrededor del grupo de Facebook Zero Waste España, ha convocado para esta semana un boicot al plástico de un solo uso que lo envuelve todo a la hora de hacer la compra. A la iniciativa, que se desarrollará entre este lunes y el domingo 9, se han sumado organizaciones ecologistas como Greenpeace.
"Es difícil no consumir nada de plástico, casi todo está envasado", admite Alba García, responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace. "Pero existen alternativas", añade Juliana Maruri, una de las integrantes de la plataforma Zero Waste, que ha organizado este boicot que se ha viralizado por las redes sociales.
"Lo importante es planificar nuestra compra, evitar las compras de última hora", recomienda García. "Y buscar alternativas donde la comida no esté envasada en plásticos, como los mercados de barrio o las tiendas a granel", apunta esta miembro de Greenpeace. "Es un asunto de hábitos", explica Maruri.
El objetivo, como explican ambas, es presionar a productores y distribuidores para que reduzcan el uso de esos plásticos. "Sobre todo los más absurdos, como envasar un tomate", dice García. "Porque muchos de los envases que han entrado en contacto con los alimentos luego no se pueden reciclar", advierte la integrante de Zero Waste.
Cada vez son más las organizaciones e instituciones que recuerdan que el problema de la contaminación por plásticos ha llegado a un punto en el que el reciclaje no puede ser la solución. "Las capacidades de reciclaje de plástico no han seguido el ritmo de la creciente producción mundial" de este material, ha informado este mismo lunes la Agencia Europea del Medio Ambiente en un informe sobre estos desechos en la UE. "Actualmente, en Europa, solo el 30% de los residuos plásticos se recogen para su reciclaje", añade este organismo. "Además, la mayoría de las operaciones de reciclaje tienen lugar fuera de Europa, donde las prácticas y normas ambientales pueden diferir", concluye el informe.
El destino de millones de toneladas de plásticos ha sido durante décadas Asia, donde se le intentaba sacar un rendimiento a los residuos de los países desarrollados. Pero esos destinatarios se han plantado. Primero fue China en 2018 la que vetó la entrada de esas basuras; luego se han ido sumando otros países como Malasia, Filipinas o Vietnam. España no es ajena a ese tránsito: solo en 2017 exportó más de 302.000 toneladas de residuos plásticos.
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