El
proyecto para diseñar una vacuna trivalente destinada a personas mayores
comenzará con un estudio clínico de un nuevo inoculante contra el virus que
causa la bronquiolitis. Científicos argentinos participarán de la investigación.
El impacto de la campaña de vacunación contra el
Covid-19 está mostrando sus resultados con la baja del promedio de
nuevos casos, internaciones y fallecimientos, pero el coronavirus permanecerá
circulando. Por eso, la Argentina comenzó la investigación para generar una vacuna trivalente destinada
a personas mayores que contenga componentes contra la Covid-19, la gripe y la bronquiolitis. La
dosis será creada con el modelo de las nuevas tecnologías conocidas como ARN mensajero o proteínas
recombinantes.
"La vacuna trivalente existirá y a eso es a lo que apuntamos con esta serie de ensayos", confirmó el jefe de Investigación y Docencia del Departamento Materno-Infantil del Hospital Militar Central, Gonzalo Pérez Marc, quien encabeza el inicio de los ensayos clínicos de un nuevo inoculante contra el virus sincicial respiratorio que causa la bronquiolitis, que significará la primera parte del estudio.
Pérez Marc y su equipo --entre quienes se encuentra el infectólogo Fernando
Polack-- vienen teniendo un rol central en la investigación de vacunas contra
el coronavirus. Por un lado, fueron el centro de investigación que más personas
reclutó en la fase 3 de la vacuna desarrollada por Pfizer y, en efecto,
encabezaron la publicación con los resultados en la revista The New England Journal of
Medicine.
El nuevo desafío es comenzar
con una serie de ensayos clínicos que, en principio, prueben por separado
vacunas innovadoras contra el sincicial respiratorio y la influenza, lo que se
encuentra actualmente en una etapa regulatoria y, en caso de que sea aprobada por la
Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) empezaría en noviembre.
Pérez Marc comparó la investigación que se iniciará con "la triple
viral que se le aplica a los niños" y subrayó que la relevancia de la vacuna
tiene que ver con el envejecimiento de la población a nivel mundial, que
expone a mayor cantidad de gente de riesgo frente a las enfermedades
respiratorios.
El jefe destacó, en diálogo con la agencia Télam, que primero se investigarán nuevas dosis contra
la bronquiolitis --esta será la que se comenzará a estudiar en noviembre--
y la gripe sobre la tecnología de ARN Mensajero o proteines
recombinantes, algo que ya ocurre con la mayoría de las dosis que se aplican
para el Covid-19, aunque aún sea una tecnología en investigación. Estas
tecnología se diferencian de las vacunas tradicionales montadas sobre virus
atenuados, como es el caso de la vacuna china de Sinopharm.
"Estas tecnologías tienen
la ventaja de que se pueden adaptar muy rápidamente a diferentes virus y
variantes", sostuvo Pérez Marc. Ante la consulta de cómo se encararán los
ensayos clínicos con gran parte de la población vacunada, el jefe de
Investigación en el Hospital Militar Central explicó: "Los nuevos estudios
de vacuna contra la Covid-19 tienen que apuntar a ser lo que se denomina una
vacuna de booster o
de refuerzo pero de ninguna manera se puede pensar una vacuna de novo, es decir, que
contemple población no vacunada".
"A la vez es importante que se sigan desarrollando vacunas, porque
se está evaluando la
posibilidad de que en los años que siguen las personas tengan que vacunarse
cada año, se necesitan miles de millones de dosis; entonces lo mejor es
tener muchas empresas para que no haya escasez", valoró.
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