Las orquídeas son una familia de plantas
epífitas que se ha ganado el aprecio de gran cantidad de personas alrededor del
mundo. Después de todo, su delicada belleza la convierte en un objeto de deseo
para muchos aficionados a la jardinería. Las orquídeas se agrupan entre 20 y 30
mil especies y habitan en todas partes del mundo. Lo más llamativo de las
orquídeas, es que se cree que aún hay especies sin descubrir.
A diferencia de lo que algunos puedan creer,
las orquídeas no son plantas parásitas, pues, a pesar de necesitar un huésped,
no le ocasionan daño alguno. Por otro lado, una parásita paulatinamente causa
la muerte de la planta a la que ataca.
Estas
flores pueden llegar a ser muy variadas pero sus delgados y delicados pétalos
las distinguen. Otra característica que en ellas no falla es su estructura
floral que usualmente presenta una “corona” de pétalos que rodea el centro de
la flor.
¿Cómo son las orquídeas?
Dependiendo
de la variante a la que correspondan estas pueden tener rasgos muy diversos.
Por ejemplo, algunas pueden llegar a tener el tamaño de una pelota de golf
mientras que otras las de un pájaro mediano.
Asimismo,
su gama de colores es extensa y puede verse mezclada por cruzas entre especies.
Por ello, en las orquídeas podrás disfrutar de tonos que recorren desde el
blanco hasta los lilas y anaranjados.
De este modo, la variedad de tonalidades que ofrecen permite que estas se
acoplen a una gran variedad de gustos. Este tipo de flores son realmente
delicadas y sin importar su variante siempre demandarán grandes cuidados.
Las flores
más bellas-
Si
has tomado la decisión de tener una flor de este estilo en tu jardín deberás
tomar en cuenta una serie de consideraciones. Después de todo, a pesar de la
gran variedad de ellas que existe, todas coinciden en ser muy delicadas.
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