UN POCO de HISTORIA: Esperado desde
la década de 1910, el primer tren llegó a esta ciudad en mayo de 1934.
Comenzaría a partir de ese momento una historia de aventuras entre Buenos Aires y el lago Nahuel Huapi,
protagonizada por múltiples generaciones de pasajeros.
Una filmación en blanco y negro que hoy
forma parte del Archivo General de la Nación permite “viajar” a 1969, por
ejemplo, cuando los turistas unían la estación de Constitución con la de
Bariloche en menos de 30 horas. El Expreso Arrayanes ofrecía microcine,
restaurant, show en vivo y transporte para vehículos. Si bien el lujo a bordo
se fue perdiendo, ambas cabeceras estuvieron unidas hasta la década de 1990.
Después, los pasajeros se vieron obligados a cubrir parte del trayecto en
ómnibus.
La reedición del itinerario completo en tren llegaría en
septiembre de este año, tal
como informaron esta semana desde la empresa Tren Patagónico. “Se viene trabajando desde hace
un tiempo en mejorar la rentabilidad de las prestaciones, a través de dos segmentos
determinantes como son el turismo y la carga. En Bariloche, arrancamos con el
tren turístico, que ha funcionado muy bien. Nos faltaba la parte de la carga,
para lo que era fundamental recuperar el tramo Bahía Blanca-Carmen de
Patagones/ Viedma, que no estuvo operativo durante muchísimos años”, indicó a LA
NACION Daniel García, presidente de Tren
Patagónico.
Esa
situación mantiene cortado desde hace años el vínculo ferroviario de productos
desde y hacia el área metropolitana de Buenos Aires. También impide que los
pasajeros puedan unir Buenos Aires y Bariloche en tren, sin mayores
impedimentos. En los últimos meses, desde la empresa rionegrina hicieron una
presentación ante Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE) y
comenzaron a trabajar, al mismo tiempo, con la Administración de
Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que administra las vías.
Limpiar la red
“Logramos un permiso para limpiar la red. Este
jueves llegamos a Bahía Blanca con la vía limpia y ahora empezamos con el
proceso de reparación en algunos sectores que pueden estar dañados. También vamos
a verificar los puentes y alcantarillas. Cumplidas esas etapas,
se determinará la velocidad en la que se puede transitar en los distintos
sectores y la carga por eje que se puede transportar de acuerdo al estado de la
vía. Estaríamos así en condiciones de volver a llevar pasajeros y carga por esa
vía en los próximos 60 días”, agregó García. Mientras funcionó, el tren demoraba unas 36 horas
en llegar desde Constitución a Bariloche.
Las autoridades calculan que hoy podría demorar
algunas horas más, aunque eso se sabrá recién cuando vuelvan a utilizarse las
vías del tramo central del recorrido. El entusiasmo parece expandirse y los
detalles aparecerán cuando aquellos recordados viajes sobre rieles vuelvan a
ser posibles.
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